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© Reuters / Denis BalibouseUna de las partes del LHC, el gran acelerador de partículas del CERN
La codiciada 'partícula divina', también conocida como bosón de Higgs, aún sigue siendo un misterio para los investigadores del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) tal como ha anunciado en rueda de prensa Rolf Heuer, director del organismo. Heuer ha presentado los resultados del año 2011 del Colisionador de Hadrones (LHC) que está situado en el CERN, y ha reconocido que el bosón de Higgs aun sigue siendo esquivo para el LHC.

El anuncio de los resultados se ha producido en la Conferencia de Eurofísica sobre física de altas energías que se celebra estos días en la localidad francesa de Grenoble. A pesar de no haber 'cazado' el bosón de Higgs, Heuer sostiene que el LHC está funcionando "extremadamente bien". Prueba de ello es que en los tres primeros meses del año el colisionador ha alcanzado la cifra de 70 millones de colisiones de partículas, la cantidad que estaba prevista para todo el año 2011.

"No estamos decepcionados por no haber encontrado pistas sobre algo que vaya más allá del Modelo Estándar de física de partículas. Estaría decepcionado si la máquina no funcionase" ha declarado Heuer. Heuer se ha aventurado a decir que a finales del 2012 habrá una respuesta a la pregunta sobre la existencia del bosón de Higgs.

La partícula divina

El bosón de Higgs es una partícula hipotética cuya existencia aún no ha podido ser demostrada empíricamente, y que, según los científicos, explicaría porque unas partículas elementales tienen masa y otras, como los fotones, no la tienen. La confirmación de la existencia del bosón de Higgs sería un gran descubrimiento para la física y confirmaría las teorías del llamado Modelo Estándar de la física de partículas, que fue desarrollado en los años 60 y que explica las interacciones fundamentales entre las partículas elementales.

Si por el contrario no se encontrase esta partícula y se demostrase que no existe el bosón de Higgs, sería necesario replantearse este modelo y abrir nuevas vías de investigación. El bosón de Higgs es uno de los principales objetivos del LHC, pero no el único. Junto con esta 'partícula divina' el LHC también intenta desentrañar los misterios del Big Bang, determinar si existen más de tres dimensiones en nuestro Universo o comprender las diferencias entre materia y antimateria.

El LHC es un acelerador de partículas de 27 kilómetros de longitud, situado bajo la frontera Franco-suiza. En su interior los científicos hacen circular partículas a velocidades cercanas a la luz y colisionar entre ellas para obtener datos. Entró en funcionamiento en 2009, tras sufrir una avería en 2008, cuando tuvo que haber entrado en funcionamiento. Desde entonces el comportamiento de esta máquina ha sido excelente, según Heuer.