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© NASA / SDO / AIAGigantescos chorros de gas captados por el SDO en una imagen del 2010
El Observatorio Dinámico Solar, en ingles: Solar Dynamics Observatory (SDO) de la NASA, ha observado la presencia de gigantescas ondas magnéticas que podrían impulsar vientos solares y calores intensos en la atmósfera del sol, según una nueva investigación publicada en la revista Nature el 28 de julio pasado.

Estas ondas solares fueron detectadas el año 2007, pero en base a las nuevas observaciones, se advierte que éstas son mucho más poderosas que lo percibido entonces, pudiendo hacer que la corona alcance un nivel de calentamiento 20 veces mayor al de la superficie solar, y conducir vientos solares de hasta 1.5 millones de millas por hora.

Scott McIntosh, autor principal del estudio, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Colorado (EE.UU.), dijo en un comunicado de prensa que la resolución de la SDO es tan poderosa que podemos ver ondas individuales.

"Podemos ver ahora que en lugar que estas ondas tengan una 1000ava parte de la energía necesaria, como pensábamos anteriormente, éstas tienen una energía equivalente a una bombilla de 1100 vatios por cada 11 pies cuadrados de la superficie del Sol, lo cual es suficiente para calentar la atmósfera del Sol y conducir el viento solar ", añadió.

Las ondas magnéticas Alfvén se mueven a lo largo de las líneas de campo magnético, y generan gigantescos chorros de plasma solar llamados espículas, los cuales pueden ser detectados por el SDO para así rastrear el camino de las ondas. Aprender más sobre este sistema podría ayudar a los científicos a entender cómo se producen las tormentas geomagnéticas cerca de la Tierra.

"Sabemos que hay mecanismos que proporcionan una enorme reserva de energía en la superficie del Sol", dijo Vladimir Airapetian del Goddard Space Flight Center, en el comunicado. "Esta energía es bombeada en un campo magnético, y luego es llevada hasta la atmósfera del sol liberándose como calor."

McIntosh y sus colegas vieron las ondas mediante el análisis de videos captados por la SDO el año 2010.

"Nuestro nombre escrito en clave para esta investigación fue "The Wiggles", reveló McIntosh, "porque en los videos el sol tiene la apariencia de gelatina moviéndose hacia adelante y atrás en todas direcciones. Es evidente que estos 'meneos' transportan energía."

Sin embargo, la energía de las ondas no parecen dar cuenta de las explosiones más intensas de la radiación coronal.

"Saber que puede haber suficiente energía en las ondas es sólo la mitad del problema", dijo, Airapetian. "La siguiente pregunta es conocer qué fracción de esa energía se convierte en calor. Podría ser toda ella o podría ser un 20 por ciento; necesitamos conocer los detalles de dicha conversión."

Los científicos tienen que estudiar más las ondas para determinar la forma en que transmiten su energía a la corona solar. "El siguiente paso es mejorar las teorías y modelos para permitir a las personas captar realmente la esencia de lo que está ocurriendo en la física", concluyó McIntosh.