Traducido por el equipo de Sott.net

La inflación ya está haciendo mella en la economía alemana, pero el próximo invierno es descrito ahora en términos casi apocalípticos por un destacado jefe de una agencia alemana.
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Una escasez de gas y precios elevados provocarán "sacudidas en todo el país", lo que llevará a los propietarios a cortar la calefacción a los inquilinos y a la quiebra generalizada de empresas, advirtió Klaus Müller, director de la Agencia Federal de Redes de Alemania, que es la oficina reguladora de los mercados de electricidad, gas, telecomunicaciones, servicios postales y ferrocarriles.

En una entrevista concedida al periódico alemán Rheinische Post, Müller pinta un panorama sombrío sobre la crisis, afirmando que "causará sacudidas en todo el país". Los bancos aumentarán su negocio con préstamos a plazos y las empresas en dificultades caerán en la insolvencia".

La oficina de Müller, que es una agencia federal dentro del Ministerio Federal de Economía y Acción Climática, tiene una vista de pájaro de la situación económica en Alemania y también una visión especial de cómo se desarrollarán las condiciones económicas en el futuro.

Müller dice que espera que los precios del gas sigan subiendo, lo que provocará un aumento de la inflación que va más allá de la energía. También advierte que habrá una dramática falta de gas en invierno, lo que podría llevar a los propietarios a bajar la calefacción para ahorrar energía. A su vez, los alemanes podrían tener que lidiar con apartamentos más fríos.

En una señal de que el gobierno alemán está operando bajo la suposición de que una crisis potencial podría desarrollarse en invierno, ya hay conversaciones sobre la posibilidad de reducir los requisitos de calefacción para los propietarios.

"La ley de arrendamiento estipula que el propietario debe ajustar el sistema de calefacción durante el periodo de calefacción para que la temperatura mínima se sitúe entre los 20 y 22 grados Celsius. El gobierno podría rebajar temporalmente los requisitos de calefacción para los propietarios. Lo estamos discutiendo con los políticos", dijo Müller.

El gobierno ya ha presionado a empresas y ciudadanos para que reduzcan su consumo de energía, pero esa presión puede llegar en forma de nuevas leyes y reglamentos en el futuro, y Müller pide que se ejerza más presión para ahorrar gas. Aunque Alemania ha impulsado una prohibición general de las importaciones de petróleo ruso, el país depende en gran medida del gas natural procedente de Rusia. Si Rusia cortara el gas en los meses críticos del invierno, o incluso restringiera el suministro, podría provocar un daño crítico a la economía alemana, un escenario del que ya han advertido expertos en energía.

Los alemanes no sólo pasarán más frío en sus apartamentos, sino que las empresas se enfrentarán a quiebras masivas, dijo Müller. Sin embargo, dijo que las políticas gubernamentales podrían ayudar a mitigar las pérdidas financieras y a preservar los suministros críticos de gas. Dijo que quiere animar a las empresas a ahorrar gas con un plan de bonificaciones.

"Queremos establecer mecanismos para recompensar con una prima a las empresas que renuncien voluntariamente a cuotas de gas. Siempre es mejor que los ajustes se hagan a través de los precios y no de la intervención directa del Estado".

Müller también es pesimista sobre la evolución de los precios en Alemania, y espera que la situación se deteriore.

"Los precios del gas para los hogares ya se han multiplicado en comparación con el periodo de preguerra. Puede haber una sorpresa desagradable para los inquilinos si se deben hacer pagos atrasados elevados", dijo, refiriéndose al hecho de que muchos alemanes reciban facturas sorpresa al final de un ciclo de facturación si los precios de la energía suben.