En los medios populares los videojuegos tienen fama de ser supuestamente nocivos para la salud física y mental. Cuando se trata de un pasatiempo excesivo, que lleva a una persona estar sentada todo el día, podría ser cierto. Pero también pueden tener un efecto positivo al desarrollar ciertas habilidades.
Spyro videogame
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Un nuevo estudio ha revelado una de estas habilidades que se puede desarrollar cuando se juega a los videojuegos con moderación. En particular, la investigación sugiere que las horas que se pasan frente a una pantalla jugando cada semana pueden aumentar la actividad cerebral y potenciar las habilidades cognitivas necesarias para la toma de decisiones. Es decir, analizar todo lo que nos llega a través de los sentidos y elegir una reacción adecuada rápidamente.

De hecho, los autores del estudio, publicado en Neuroimage: Reports, piensan que los videojuegos podrían incluso utilizarse como método de entrenamiento para mejorar los procesos de toma de decisiones rápidas en el cerebro. Esto podría ser de especial relevancia cuando se trata de casos en los que el cerebro ha sufrido algún daño neuronal.

Para determinar los efectos de los videojuegos se utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (RMf) para medir la actividad neuronal de 47 participantes en edad universitaria, compuestos por 28 personas que jugaban regularmente y 19 que no lo hacían. La mayoría de los que jugaban optaban por juegos muy activos, como los de estrategia en tiempo real, los shooters en primera persona o las batallas en equipo.

Los voluntarios tenían que pulsar botones en respuesta a la dirección en la que se movían una serie de puntos en una pantalla frente a ellos. Los resultados mostraron que los jugadores habituales de videojuegos respondían con mayor rapidez y precisión, y las imágenes obtenidas con el RMf mostraron que también había una mayor actividad en ciertas partes de su cerebro.

Entre esas zonas se encontraban la circunvolución lingual derecha, el tálamo izquierdo y el área motora suplementaria derecha. Se cree que todas estas regiones del cerebro participan en el procesamiento cognitivo y en la producción de respuestas motoras a la información visual entrante.

"Estos resultados indican que los videojuegos pueden potenciar varios de los subprocesos de sensación, percepción y asignación a la acción para mejorar la capacidad de toma de decisiones", escribieron la neurocientífica Mukesh Dhamala y su compañero de investigación, el físico Tim Jordan, de la Universidad Estatal de Georgia, en el artículo publicado.

Jordan tiene experiencia personal en este campo: a los cinco años, y con un ojo más débil que el otro, participó en un estudio en el que se le pidió que se tapara el ojo bueno y jugara a los videojuegos utilizando solo el más débil, para reforzar así su procesamiento visual.

El entrenamiento funcionó, y Jordan pasó de ser legalmente ciego de un ojo a tener la vista suficiente para enfrentarse al lacrosse y al paintball. El mismo tipo de entrenamiento podría utilizarse también para reforzar la toma de decisiones sensoriomotoras.

Aunque la relación entre los videojuegos y el aumento de la capacidad cognitiva no es nueva, con cada investigación nos acercamos más a su comprensión y a la forma de aprovechar sus efectos positivos.
"Cuando se identifiquen las redes cerebrales pertinentes los videojuegos podrían utilizarse eficazmente para el entrenamiento. Por ejemplo, el entrenamiento de la eficiencia en la toma de decisiones y las intervenciones terapéuticas", concluye Dhamala.