Así lo informó el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, en su cuenta de Twitter.
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© AP Photo / Bojan Slavkovic
"Me complace anunciar que los negociadores principales de Kosovo y Serbia, bajo la facilitación de la UE, han acordado medidas para evitar una mayor escalada y concentrarse plenamente en la propuesta de normalización de sus relaciones", apuntó.

Según el alto diplomático europeo, "Serbia dejará de emitir matrículas con las denominaciones de las ciudades kosovares y Kosovo dejará de realizar más acciones relacionadas con la reinscripción de vehículos".

Agregó que las partes discutirán los próximos pasos en los días siguientes. El proceso de transición debe finalizar el 21 de abril de 2023, después la policía de Kosovo empezaría a confiscar los vehículos con matrículas serbias. Mientras tanto, Belgrado elevó el nivel de alerta de sus Fuerzas Armadas para que sean capaces de cumplir "cualquier tarea".

El territorio de Kosovo y el de Serbia central están separados por una línea administrativa. Las autoridades albanesas de Kosovo declararon su independencia de Serbia en febrero de 2008.

El reciente agravamiento de la situación en Kosovo y Metojia es solo uno de los episodios de la lucha que Serbia y la población serbia mantienen desde hace años en la provincia, y uno de los intentos de desatar el nudo gordiano de Kosovo.

El último de una serie de incidentes tuvo lugar en vísperas del 1 de agosto, cuando Pristina anunció que a partir de ese día los pasaportes serbios dejarían de ser válidos en el territorio de la autoproclamada república, y que se iniciaría el reempadronamiento de todas las matrículas de automóviles emitidas en Serbia central. Después de que los serbios reaccionaran levantando barricadas en los pasos administrativos, las autoridades de Pristina, tras la intervención de los diplomáticos occidentales, aplazaron la aplicación de esta decisión hasta el 1 de septiembre.

Belgrado se congratuló de la medida, afirmando que los dirigentes serbios y las autoridades de Pristina estaban a un paso de un grave conflicto, pero el Belgrado oficial consiguió mantener la paz. El 21 de noviembre, el presidente serbio Aleksandar Vucic celebró en Bruselas una última ronda de conversaciones para evitar una escalada con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti. Las conversaciones terminaron de forma inconclusa.

En la noche del 21 de noviembre, el dirigente serbio afirmó que las autoridades de la autoproclamada República de Kosovo habían enviado fuerzas especiales al norte serbio de la provincia. En la mañana del martes 22 de noviembre se empezaron a poner multas por las matrículas serbias.