Las transferencias de armas a Ucrania han dejado los arsenales occidentales agotados, lo que hace cada vez más difícil que los militares de la OTAN cumplan las promesas de los políticos de abastecer a Kiev, informó el sábado el New York Times.
plane delivery
"Los países más pequeños han agotado su potencial" y, según un funcionario de la OTAN, al menos 20 de los 30 miembros del bloque están "bastante agotados", escribió el periódico. Sólo los "aliados más grandes", como Francia, Alemania, Italia y los Países Bajos, tienen suficientes reservas para continuar o aumentar potencialmente sus envíos de armas a Ucrania.

Desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania a finales de febrero, EE.UU. y sus aliados occidentales han estado proporcionando a Kiev miles de millones de dólares en ayuda a la seguridad, por un valor de casi 40,000 millones de dólares, comparable ahora a todo el presupuesto anual de defensa de Francia. Moscú ha advertido repetidamente que los envíos de armas sólo prolongarán el conflicto y aumentarán el riesgo de un conflicto directo entre Rusia y la OTAN.

Mientras Ucrania sigue pidiendo más armas, los arsenales de la UE se están agotando, y Alemania ya "ha llegado a su límite" a principios de septiembre. Mientras tanto, Lituania, que no tiene más armas que donar, ha instado a los aliados a dar a Ucrania "todo lo que tenemos".

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido a mantener el suministro de armas "todo el tiempo que haga falta", pero incluso los arsenales militares estadounidenses han pasado factura tras los repetidos envíos a Kiev. Ya en marzo, apenas unas semanas después de que comenzara el conflicto en Ucrania, el Departamento de Defensa estadounidense se apresuró a reponer miles de misiles de hombro suministrados a Kiev. En agosto, las reservas estadounidenses de munición de artillería de 155 mm eran "incómodamente bajas", según el Wall Street Journal.

La última hoja informativa del Pentágono detallaba más de 19.000 millones de dólares en ayuda militar directa aprobada desde febrero, incluyendo más de 46.000 sistemas antiblindaje, casi 200 Howitzers, 38 sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad de largo alcance (HIMARS), y una letanía de otras armas pesadas, vehículos y munición, así como más de 920,000 cartuchos de artillería de 155 mm.

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de EE.UU. señaló anteriormente que el ejército estadounidense "no está estructurado para luchar o apoyar un conflicto prolongado", mientras que la industria de defensa está "dimensionada para las tasas de producción en tiempos de paz", y la ampliación de las capacidades llevaría años.

La OTAN está invirtiendo mucho en Ucrania, y los miembros de la alianza también proporcionan entrenamiento y capacidad de inteligencia. A pesar de este "apoyo sin precedentes", el secretario general del bloque militar, Jens Stoltenberg, ha afirmado en repetidas ocasiones que "la OTAN no es parte del conflicto".

Moscú ve las cosas de otra manera. Varios altos funcionarios, entre ellos el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, han acusado a la OTAN de librar una guerra contra Rusia "por delegación", mientras que Putin ha descrito a Rusia como un país que lucha contra "toda la maquinaria militar occidental".