Estados Unidos y la Unión Europea (UE) están considerando confiscar más de 300.000 millones de activos rusos, la mayoría de los cuales son reservas de divisas extranjeras que pertenecen al Banco Central de Rusia, que permanecen congelados en su territorio.
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© Sputnik / Vladimir Astapkovich
Desde que inició la operación militar de Rusia en Ucrania el 24 de febrero, Estados Unidos y sus aliados impusieron diversos paquetes de sanciones en contra de Moscú, entre las que se encuentra la congelación de miles de millones de dólares en activos en el extranjero.

Ahora, con el pretexto de destinar el dinero a Kiev, altos funcionarios gubernamentales de EEUU y la UE han comenzado a pedir que se confisquen estos activos congelados, supuestamente para que Ucrania pueda lidiar con el daño provocado por los combates en curso.

El 30 de noviembre, los representantes permanentes de la UE se organizaron para discutir la medida durante una reunión en Bruselas. Mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (CE), propuso crear una estructura especial para administrar los activos rusos congelados.

En octubre, los legisladores estadounidenses buscaron agregar una disposición a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA), que permitiría a Washington transferir activos rusos congelados a Kiev. Sin embargo, un grupo de republicanos de la Cámara y el Senado se opuso a la medida por desconfiar de su efectividad, además de que no ha sido "plenamente litigado".

¿Dónde están los activos?

Los activos congelados totales del Banco Central de Rusia constituyen cerca de la mitad de sus reservas extranjeras totales, que en marzo se estimaron en 640.000 millones de dólares. De acuerdo con el informe anual de 2021 de la institución financiera, la mayor parte de sus activos en moneda extranjera y oro, equivalente al 16,8%, estaba almacenada en China, seguida de Alemania (15,7%), Francia (9,9%), Japón (9,3%), EEUU (6,4%) y el Reino Unido (5,1%).

Las naciones que congelaron los activos son Estados Unidos, Francia, Japón, Alemania, el Reino Unido y Canadá.

Por otro lado, Estados Unidos y sus aliados se jactaron en junio de la incautación de unos 30.000 millones de dólares en activos pertenecientes de empresarios rusos, a quienes llamaron oligarcas. Y unos meses después, en octubre, el comisario de Justicia de la UE, Didier Reydners declaró que los Estados miembro congelaron cerca de 17.400 milloines de euros (unos 18.000 millones de dólares) en activos rusos. Supuestamente, la riqueza fue distribuida de forma desigual en toda la UE.

Adicionalmente, a principios de noviembre, un medio de comunicación informó, citando un documento interno de la CE, que la UE congeló unos 68.000 millones de euros (70.000 millones de dólares) en activos rusos, de los que hasta 50.000 millones de euros están en Bélgica y otros 5.500 millones de euros en Luxemburgo.

Moscú podría confiscar bienes de inversores extranjeros

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que estas medidas podrían suponer un duro golpe para EEUU y la UE, que corren el riesgo de perder la confianza de los propietarios por tomar algo que no les pertenece. Destacó que estas acciones indican la caída del principio de "santidad de la propiedad privada" en Occidente.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, aseguró que Moscú tendría que confiscar el dinero y las propiedades de los inversores extranjeros en Rusia, si los países extranjeros aprueban leyes que permitan un robo de facto de los activos rusos, con todo y que estos inversores no son responsables de las acciones de los "tontos de sus Gobiernos".

Medvédev agregó que los activos extranjeros en Rusia son de alrededor de 300.000 millones, una "feliz coincidencia" que permitiría recompensar a Rusia. Paralelamente, el director de la Fundación CIPI en Bruselas, Paolo Raffone, sugirió que Rusia confiscaría los activos europeos si la UE toma medidas para confiscar los activos rusos congelados.

Raffone argumentó que Estados Unidos no necesariamente apoyaría a la UE ante el escenario de confiscación por parte de Rusia, mientras que este tipo de "nuevo enfoque imperial y neocolonial de la UE" puede socavar gravemente la credibilidad de la Unión.
"¿Quién confiaría en la UE y en EEUU si pueden confiscar y disponer de activos extranjeros, privados y estatales con decisiones unilaterales? Sería el fin catastrófico del orden mundial liberal y neoliberal", apuntó.
La congelación de activos significa que las autoridades del país donde se encuentre este dinero impiden que el propietario pueda disponer de él.

El 24 de noviembre, la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, informó que continúan adelante con un noveno paquete de sanciones a Rusia, aunque no ofreció detalles sobre las medidas que podría contener la nueva ronda de sanciones de la UE.