Los mayores productores de petróleo del mundo deciden mantener sin cambios los niveles de suministros al mercado global. El anuncio llega luego de que el G7 y la UE se negaran a adquirir petróleo ruso a un precio mayor que 60 dólares por barril. Moscú avisó que no suministrará combustible a los países que implementen la medida por "no competitiva".
OPEP OPEC
© Sputnik / Alexey Vitvitsky
"Los países participantes decidieron reafirmar la decisión de la 10ª Reunión Ministerial de la OPEP y los no OPEP el 12 de abril de 2020 respaldada en reuniones posteriores (...) incluida la del 5 de octubre del 2022", indica el comunicado publicado tras la cumbre de ministros en Viena.

La última revisión del acuerdo en pie supone una reducción de la producción en 2 millones de barriles diarios (mbd) respecto a los niveles de agosto del 2022. El próximo encuentro de los ministros responsables de la OPEP+ quedó planeado para el 4 de junio del 2023 aunque se mantuvo la oportunidad de realizarlo antes "para abordar la evolución del mercado si es necesario".

De esta manera, la producción conjunta de los 23 países productores queda en los 41,85 mdb, sin cambios, pese a las recientes decisiones del Grupo de los Siete — Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón — y la Unión Europea de no adquirir el petróleo ruso a precios mayores que 60 dólares por barril.

Se esperaba que la decisión creara incertidumbre para la OPEP+, pero desde que se anunció Moscú avisó en reiteradas ocasiones que simplemente dejará de exportar combustible a los países que implementen la medida.

"Estamos analizando [la situación]. Se han hecho ciertos preparativos para este límite", declaró el portavoz del Kremlin ante la prensa a tiempo de aclarar que Moscú "no aceptará este tope" por ser una decisión "no competitiva".

Las sanciones contra Rusia ocasionaron el alza a nivel mundial de los precios del petróleo, el gas y los fertilizantes. En este contexto, los países del G7 propusieron imponer topes a los precios del petróleo ruso para tratar de limitar los ingresos de Moscú tras el alza de los costos de los productos energéticos.

No obstante, conforme la economía global pierde velocidad, los precios del crudo han ido cayendo desde los máximos del verano. Así, el Brent — la marca de referencia para el petróleo en Europa — cerró el 2 de noviembre en 85,42 dólares el barril, en comparación con los 98 dólares del mes anterior. El límite de 60 dólares por barril de petróleo ruso que se autoimpusieron en el G7 y la UE implica que Moscú rechace exportar a esos países y siga vendiendo a otros mercados.