El jefe de Twitter, Elon Musk, reveló cómo la red social censuró la historia de filtración de información comprometedora sobre Hunter Biden, hijo del mandatario de EEUU, antes y durante las elecciones presidenciales de 2020. Esto sucede después de la publicación de la primera entrega de los llamados 'Archivos de Twitter'.
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© AP Photo / Andrew Harnik, Pool
El 3 de diciembre, Elon Musk prometió dar a conocer lo que sucedió con la historia de la computadora personal de Hunter Biden.

"Lo que realmente ocurrió con la presunta censura a la historia de Hunter Biden será publicado en Twitter a las 05:00 pm ET", escribió el nuevo propietario de la red social.

El multimillonario cree que la historia de cómo Twitter escondió la polémica acerca de la computadora portátil de Hunter Biden, a escasas semanas de la elección de Joe Biden, equivale a entrometerse en los comicios presidenciales de 2020.
"Si Twitter cumple con las órdenes de un equipo antes de una elección, silenciando las voces disidentes en una elección fundamental, entonces esa es la definición de interferencia electoral", aseguró el jefe de Tesla y SpaceX.
Musk, mientras participaba en un evento de audio de su red social, agregó que "Twitter estaba actuando como un brazo del Comité Nacional Demócrata. Fue absurdo".

Asimismo, explicó su decisión de profundizar en los Archivos de Twitter para dejar al descubierto cómo la empresa censuró una historia que habría sido perjudicial para el hijo del presidente estadounidense, Joe Biden.
"Es obvio que ha habido mucho control de la información, supresión de la información, incluidas las cosas que afectaron las elecciones, y todo debe ser... solo quieres tener las cosas disponibles", explicó.
El jefe de Twitter agregó que había dado "acceso sin restricciones" a los archivos internos a los periodistas Matt Taibbi y Bari Weiss, alegando que no tenía control sobre cómo va investigación.
"Esta no es una situación de guía turística de Corea del Norte: puedes ir a donde quieras, cuando quieras, como quieras. No estoy controlando la narrativa'', enfatizó.
La investigación de los periodistas, conocida como Los archivos de Twitter, primera parte: cómo y por qué Twitter bloqueó la historia de la computadora portátil de Hunter Biden, se basa en los correos electrónicos de los empleados de la red social. Al ser filtrados, estos revelaron cómo "Twitter tomó medidas extraordinarias para esconder la historia, eliminando enlaces y publicando advertencias de que puede ser 'inseguro'". Además, se recurrió a una herramienta habitualmente reservada para casos extremos como, por ejemplo, la pornografía infantil, ya que también se bloqueó la transmisión de la investigación por mensaje directo, reveló el hilo de Twitter de Taibbi.


La historia original de Hunter Biden había sido etiquetada por un pequeño círculo de ejecutivos de alto nivel en Twitter como material pirateado sin ninguna evidencia que lo respaldara, se afirma en los Archivos. Muchos miembros del personal, como el exvicepresidente de comunicaciones globales Brandon Borrman, cuestionaron si podían "afirmar sinceramente que esto es parte de la política". En respuesta, el exconsejero general adjunto de Twitter, Jim Baker, dijo que era razonable asumir que los materiales habían sido pirateados y que se justifica la precaución.

A finales de 2020, el diario estadounidense The New York Post publicó un reportaje sobre los datos que supuestamente contenía la computadora personal de Hunter Biden. El medio asegura que tuvo acceso a la información luego de que el hijo del presidente de EEUU abandonó el dispositivo en una tienda de reparación.


El contenido destacado fue una serie de correos que habría enviado Hunter Biden a un grupo de empresarios ucranianos del ramo energético para que conocieran a su padre, cuando éste todavía era vicepresidente de Estados Unidos. Además, la computadora también contenía material sexual explícito de Hunter Biden y algunas imágenes en las que aparece presuntamente consumiendo drogas.

El material no fue completamente verificado, pero los analistas consultados por medios como The Washington Post consideraron que había una alta probabilidad de que el material fuera real.