Traducido por el equipo de Sott.net

Una fuerte nevada cayó el domingo sobre la capital rusa, interrumpiendo el tráfico, retrasando los vuelos y dejando las aceras cubiertas de nieve.

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En algunas zonas de Moscú, la nieve se amontonó en montículos de más de 30 centímetros de altura, algo que no suele observarse hasta el final del invierno, en febrero, según el centro meteorológico Fobos.


La última vez que se registró una profundidad de nieve similar en Moscú a mediados de diciembre fue en 1989 y en 1993, añadió Fobos.

Cerca de 119.000 personas y más de 12.500 vehículos se desplegaron para limpiar la nieve, según las autoridades de la ciudad de Moscú, y se prevé que las nevadas continúen hasta la noche.
"Es un Armagedón de nieve: en Moscú hay tal tormenta que no se puede caminar ni conducir", dijo el Canal Uno, controlado por el Estado, en un informe.
Las aceras de algunas zonas de la capital quedaron completamente cubiertas de nieve, y los equipos de limpieza de nieve dieron prioridad a las carreteras para descongestionar el tráfico.

El tráfico aéreo también se vio afectado, con más de 50 vuelos retrasados o cancelados en los aeropuertos moscovitas.