Imagen
© Desconocido
Los precios de los bienes inmuebles siguen cayendo precipitadamente. Así en Baltimore, la mayor ciudad del estado de Maryland, se puede comprar una buena casa por 10.000 dólares e incluso menos.

Los estadounidenses, preocupados por el alto desempleo y la inestabilidad económica en EE. UU., retrasan la compra de nuevas casas, lo que dificulta la venta de la propiedad inmobiliaria y disminuye los precios. Una situación especialmente complicada se observa en el este de EE. UU.: en Baltimore los precios de casas son equiparables a los de automóviles de clase económica.

El precio de una de cada 10 casas vendidas durante el primer semestre de 2011 -unas 275 en total- en esa ciudad se comercializó por 10.000 dólares o menos. El doble de casas se vendieron por menos de 20.000. El fenómeno exclusivo de Baltimore es el gran número de ventas realizadas a un precio menor de 10.000 dólares y es un segmento del mercado que se está expandiendo rápidamente. Por cada casa que se vendió por más de un millón de dólares en la región, se vendieron 22 por menos de 100.000.

De acuerdo con agentes del sector inmobiliario, el mercado está sobresaturado de viviendas que sus propietarios perdieron a causa de la imposibilidad de cumplir con los pagos hipotecarios. Los bancos están tratando de vender esta propiedad tan rápido como les es posible y están dispuestos a reducir sus precios hasta el mínimo.

Los precios inmobiliarios descienden en prácticamente todas las áreas de la ciudad, que se encuentra a 30 minutos de la capital de EE .UU., Washington DC.

"Una de las razones para que se produzca un número tan pequeño de transacciones es también el hecho de que la gente está esperando a que los precios alcancen su nivel más bajo", dice el economista jefe de PMI, David Berson.

Mientras tanto en otra parte del mundo, en España, también se toman medidas para estimular la venta de bienes inmuebles: el país ha reducido los impuestos sobre la venta de viviendas nuevas del 8% al 4% para intentar combatir la grave crisis que afecta al sector de la construcción.