Traducido por el equipo de SOTT.net

El derrumbamiento de una presa de agua en la gobernación de Al Mahwit, a unos 111 km al oeste de la capital del país, Saná, causó la muerte de cuatro personas el domingo en Yemen.
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La presa de Al-Aqabi que se derrumbó se encontraba en la región de Hafash, en la gobernación de Al Mahwit. Tras el derrumbe provocó una inundación que se llevó por delante una mezquita con cuatro personas dentro. Las cuatro murieron.

Además, las aguas también dañaron viviendas y tierras agrícolas cercanas. El grupo Houthi ha estado a cargo de la gobernación desde 2014. Un funcionario nombrado por los Houthi en la gobernación, llamado Adel Issa, dijo que la presa se derrumbó debido a las lluvias excesivas y las consiguientes inundaciones.


Las autoridades de Sanaa enviaron dos camiones de rescate y ambulancias al lugar, continuó.

El Centro Nacional de Meteorología de Yemen advirtió a los residentes de numerosas provincias, incluida Al Mahwit, de la inminencia de fuertes aguaceros. El departamento también animó a todos a mantenerse alejados de los pasos torrenciales, arrecifes y valles, tanto durante como después del aguacero.

Decenas de estos diques requieren obras de restauración para mantener su cohesión. El conflicto que asola Yemen desde hace más de ocho años ha provocado la paralización del mantenimiento de las presas y barreras de agua del país.

El conflicto de Yemen se prolonga desde 2014. Comenzó con el movimiento rebelde Houthi, también conocido como Ansar Allah. Tomaron el control de la capital, Saná, y obligaron a huir al gobierno yemení, encabezado por el presidente Abdrabbuh Mansour Hadi.

El conflicto se intensificó en 2015, cuando una coalición de Estados árabes, encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, lanzó una intervención militar para apoyar al gobierno yemení y hacer retroceder a los huzíes.

El conflicto se ha caracterizado por un complejo abanico de facciones y alianzas, con diversos grupos tribales, sectarios y políticos compitiendo por el poder y la influencia. Ha causado una devastación generalizada y sufrimiento humanitario, con decenas de miles de muertos y millones de desplazados.

Los combates también han provocado una grave crisis humanitaria, con millones de yemeníes afectados por la inseguridad alimentaria, la desnutrición y la falta de acceso a servicios básicos como la atención sanitaria y el agua potable.