Traducido por el equipo de SOTT.net

Una niña de Pensilvania está en vías de recuperación días después de haber sido mordida por un tiburón en Florida.
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Magnolia Woodhead compartió su relato del aterrador momento que tuvo lugar el lunes frente a Cocoa Beach.

"Justo cuando salí del agua, empecé a gritar, porque sabía que no era nada bueno", dijo.


La niña de 12 años puede sonreír ahora, pero su aterrador encuentro con un depredador marino no fue cosa de risa.

"Mi marido la levantó y pude ver cómo la sangre le chorreaba por la pierna", cuenta Melissa Stallings, la madre de Woodhead,

Woodhead y su familia estaban de visita desde Filadelfia, en la ciudad para una competición de gimnasia.

La preadolescente dijo que estaba nadando al sur de un muelle cuando el tiburón la atacó de repente.

"Lo primero que pensé fue: '¿No voy a poder hacer gimnasia?'"

Woodhead y su familia habían decidido hacer una excursión a la playa el día anterior a la competición. Antes del ataque, estaban más preocupados por una quemadura solar que por otra cosa.

"La mordedura de tiburón no estaba en la agenda del día, te lo aseguro", dijo Stallings.

En el hospital, según Woodhead, le dieron 50 puntos.

Debido a todas las heridas punzantes, los médicos le dijeron que creían que el tiburón la había mordido dos veces.

"Y entre 75 y 100 marcas de mordiscos por todo el muslo", explica Stallings.

Aunque no pudo competir este año, Woodhead pudo mostrar su apoyo a sus compañeros de equipo, igual que ellos hicieron con ella.

"Sé que han trabajado muy duro en esta competición", dijo.

Woodhead espera volver a Florida el año que viene para competir, pero los viajes a la playa están descartados por ahora.

"Sí, durante mucho tiempo", afirma.

Woodhead no quiere que el ataque del tiburón arruine el resto de su viaje. Dijo que ella y su familia aún planean ir a Disney World, aunque necesitará usar una silla de ruedas.