Traducido por el equipo de SOTT.net

(Estados Unidos) - Tras meses de cierre, los visitantes del Parque Nacional del Valle de la Muerte se encuentran con nuevas e impresionantes características, como los lagos que dejó tras de sí un feroz diluvio estival.
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La cuenca de Badwater se encuentra a 86 metros por debajo del nivel del mar, la cota más baja de Norteamérica.
El parque reabrió la semana pasada tras su cierre en agosto, cuando una tormenta tropical que batió récords desató en un solo día las lluvias de todo un año.

Las dramáticas imágenes del parque muestran las áridas dunas salpicadas de lagos.

"Algunas cosas espectaculares sucedieron en el Valle de la Muerte después de las inundaciones que recibimos de los restos del huracán Hilary en agosto", escribió el parque en un post de Instagram el domingo.

"Lagos efímeros aparecieron alrededor del parque, ¡lo cual es bastante raro y asombroso a la vez!", añadieron. "Lagos en las dunas de arena no estaba en nuestro cartón de bingo de 2023".


La crecida de las aguas ha transformado las famosas salinas de Badwater Basin, que ahora están cubiertas de agua brillante de unos 60 centímetros de profundidad. "Eso es lo que era en 2005, la última vez que hubo un lago importante", declaró a Angeles Times el guardabosques Matthew Lamar.

Aunque el parque vive su momento más húmedo en casi dos décadas, las aguas no durarán mucho. "Depende en parte de las temperaturas", añadió Lamar, pero con la alta tasa de evaporación del paisaje, puede que pasen sólo unas semanas antes de que se retiren.

La cuenca, que se extiende por cerca de 200 millas cuadradas y suele presentar llamativas formaciones salinas, albergó en su día un antiguo lago que se evaporó hace decenas de miles de años. A 9 metros bajo el nivel del mar, es el punto más bajo de Norteamérica.

Este año ha sido el segundo consecutivo en que el parque se ha visto obligado a cerrar debido a una lluvia récord, y el personal sigue trabajando para reparar los daños causados en 2022. El fuerte aguacero del verano pasado agravó la destrucción, ya que las carreteras fueron arrasadas y las infraestructuras quedaron cubiertas de barro.