El organismo adecuado para resolver la crisis diplomática entre México y Ecuador debe ser la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), no la Organización de Estados Americanos (OEA), que solo obedece a los intereses de EEUU, dijo a Sputnik Ricardo Salgado, ministro de la Secretaría de Planificación Estratégica de Honduras.
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El rompimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones ya ha generado reacciones de ambos organismos. La Celac anunció reuniones urgentes para el 8 y 9 de abril, mientras que la OEA solo estimó "necesaria" una sesión de su Consejo Permanente, sin proporcionar una fecha específica. Actualmente, Honduras ostenta la presidencia pro tempore de la Celac, integrada por 33 naciones de América Latina y el Caribe.

Sin embargo, no es una buena idea que la OEA intervenga en este conflicto entre México y Ecuador porque es un "elefante blanco" que ha servido como "agente golpista por excelencia de Estados Unidos",consideró el funcionario hondureño.
"Todos sabemos que la OEA es un organismo funesto que solo sirve a los intereses oscuros de la gente más perversa de este continente que, por cierto, todavía está en silencio a esta hora después de la monstruosidad hecha por el Gobierno [ecuatoriano] del señor Noboa", criticó Salgado.
Precisamente sobre el silencio que hasta ahora ha guardado Estados Unidos al respecto, el ministro dijo que era una actitud esperada, aunque bastante ilustrativa del tipo de política que tiene Washington hacia la región latinoamericana.
"Esa ha sido la actitud cínica de Estados Unidos en su política hacia los países de América Latina durante todo el siglo XX y en lo que va del siglo XXI; su idea de que somos su patio trasero hace que consideren a alguien — por perverso que sea, si les sirve — su agente. Y eso ha sucedido durante muchas décadas", comentó.
"Todos lo sabemos y no es raro que en este momento vayan a guardar el silencio indefinidamente a pesar de la gran violación que se ha cometido de todo el derecho internacional", señaló Salgado.
"Estados Unidos no se caracteriza propiamente por respetar el derecho internacional; entonces, estas acciones son cosas que seguramente no inquietan mucho al Departamento de Estado", agregó.
Persecución política en Ecuador

El ministro de la Secretaría de Planificación Estratégica de Honduras expresó su más enérgica condena a los hechos de la noche del pasado 5 de abril, cuando la Policía Nacional de Ecuador irrumpió en la embajada de México en Quito para capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien tenía una orden de aprehensión en su contra por malversación de fondos.

"Queda claro que todavía existen gobiernos que no son tan civilizados como quisiéramos", afirmó Salgado, en referencia a lo que consideró una violación flagrante al derecho internacional y al asilo diplomático, una postura que comparten mandatarios de toda la región, desde Lula da Silva, en Brasil, hasta Gustavo Petro, en Colombia, pasando por Gabriel Boric, en Chile.

En ese sentido, el Gobierno de Honduras espera que sea resarcido todo el daño y perjuicio causado a México, dijo.
"Sabemos que [Jorge Glas] es víctima, desde hace mucho tiempo, de una persecución carácter político a través de la vía jurídica que surgió en una modalidad que comenzó justamente con el golpe de Estado en Honduras en 2009 y que fue puesta en práctica por los Estados Unidos con la intención de dañar a los gobiernos que trataran de actuar con algún nivel de soberanía", comentó Salgado.
"En Ecuador el señor Jorge Glas es una víctima flagrante de esta persecución de la misma manera que lo son muchas otras personas en el continente en países que son guiados por gobierno de derecha", afirmó el también matemático, investigador y escritor del país centroamericano.

Según él, el derecho internacional está en "alto riesgo" en la región porque Ecuador no respetó la Convención de Viena. "Esperamos que esto no quede impune y que la comunidad internacional demuestre por lo menos una vez que sí existe", aseveró.

Además, no sería raro que otros países de América Latina siguieran el camino de Nicaragua y rompieran relaciones con Quito, concluyó.