De acuerdo con el informe del regulador energético de la UE, la reducción de las importaciones rusas de GNL debe plantearse de forma gradual. Agrega que es difícil para la comunidad política encontrar un equilibrio entre la seguridad energética y el deseo de asestar un golpe financiero contra Rusia, reduciendo las compras de combustible.
A finales de febrero, Francia se situó en febrero como el mayor importador europeo de GNL proveniente del país euroasiático. París compró combustible por valor de 322,3 millones de euros. En total, para finales de 2023 la comunidad aumentó sus compras de gas a Rusia en torno a un 3%, hasta 12.700 millones de metros cúbicos.
Al mismo tiempo, el suministro de combustible ruso a Europa a través del gasoducto Turkish Stream se mantiene en un nivel récord, muestran los datos de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Gas. Así, la compañía rusa Gazprom suministró 543,3 millones de metros cúbicos de combustible al mercado europeo a través de Turkish Stream del 1 al 16 de abril. Esto supone un 16,8% menos que en las dos primeras semanas de marzo, pero un 3,4% más que hace un año.
El volumen total de exportaciones de gas ruso a Europa, incluidas las entregas por la ruta ucraniana, alcanzó un nivel récord de 8.245 millones de metros cúbicos desde principios de año, indica el diario RBK.
Esto sucede al tiempo que, cierra el mayor yacimiento de gas del continente europeo que está en la ciudad de Groninga, en los Países Bajos. La ley entró en vigor el 19 de abril.
"El rey [de los Países Bajos Guillermo Alejandro] firmó la ley el miércoles 17 de abril (...) Esto marca definitivamente el fin de la extracción de gas allí", anunciaron desde el Gobierno holandés.
Anteriormente, el Senado neerlandés, tras la Cámara de Representantes (cámara baja del parlamento), apoyó el proyecto de ley para cerrar los pozos de gas de Groninga.
El supuesto rechazo de la UE al gas ruso es "un ardid"
Los países europeos, por mucho que lo intenten, no podrán prescindir del gas ruso, señaló Alexéi Pushkov en su canal de Telegram. En sus palabras, el supuesto rechazo de la UE al gas ruso, del que hablan con orgullo los líderes de los Estados miembros de la asociación, es en gran medida un ardid.
Además, puso como ejemplo a Hungría, que sigue recibiendo gas ruso y no tiene intención de renunciar a él. Eslovaquia, continúo, también lo obtiene, otros países de la UE compran cada vez más.
Como señaló el senador, hace un año la cuota de Rusia en las compras europeas de GNL era del 10-11%, pero ahora aumentó al 15%. De acuerdo con estas cifras, el país euroasiático ocupa el tercer lugar entre los europeos, después de EEUU y Catar.
"Por cierto, no existe una prohibición formal de la UE a la compra de gas ruso. Sin embargo, Bruselas realmente quería demostrarse a sí misma y al mundo que puede prescindir por completo del gas procedente de Rusia. No es así", subrayó.En sus palabras, la comunidad política solo demostró que, al pagar ahora el doble por el gas en los mercados mundiales, consiguió minar con éxito su economía.
"La nueva previsión del FMI para la eurozona en 2024 es bastante elocuente, un tercio de sus países miembros tendrá 'un crecimiento' económico negativo o nulo este año", resumió.Las importaciones de GNL ruso a Europa han aumentado tras las restricciones impuestas por la UE a los recursos energéticos rusos. Sin embargo, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo alcanzaron el 8 de diciembre un acuerdo político preliminar sobre la regulación del gas que incluye una cláusula de seguridad energética que permite a los Estados miembros restringir a escala nacional las importaciones de gasoductos y GNL ruso.
El plan regulador debe ser aprobado por los 27 miembros del Consejo y los delegados del Parlamento Europeo. En el informe no se especifica el plazo en el que puede concluir este proceso.
Desde Moscú indicaron en reiteradas ocasiones que la UE cometió un grave error al renunciar a las adquisiciones de los hidrocarburos rusos. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que su país no niega a nadie el suministro de sus recursos energéticos. En sus palabras, Europa esperaba que si no recibía el gas ruso, Rusia colapsaría, pero, en cambio, en sus Estados están empezando a producirse procesos irreversibles.
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