La tensión y probabilidad de una guerra mundial a causa del conflicto en Siria es elevada y de actualidad porque ciertos países se comportan como pirómanos, sobre todo Turquía que sigue ofreciendo la base logística para mercenarios provenientes de Libia «liberada». Arabia Saudí, la casa de Saud sigue suministrando el dinero para armarlos. Washington, Londres y París seguirán afinando las tácticas en lo que sigue siendo el prolongado, candente juego anticipatorio para un ataque de la OTAN contra Damasco.El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogán nunca pensó que eso sucedería.Supo que estaba en apuros cuando el
Pentágono filtró que el Phantom RF-4E turco fue derribado la semana pasada por artillería antiaérea siria frente a la línea costera siria, contradiciendo directamente el relato de Erdogán, quien afirmó que sucedió en el espacio aéreo internacional.
Y la cosa empeoró; Moscú, a través del ministro de Exteriores, Sergei Lavrov,
ofreció «datos objetivos de radar» como prueba.
No quedaba mucho que hacer excepto cambiar de tema. Entonces Ankara introdujo una zona tapón de facto de 6,4 km a lo largo de la frontera sirio-turca - implementada ahora por F-16 que despegan desde la base Incirlik de la OTAN a intervalos regulares.
Ankara también despachó tanques, baterías de misiles y artillería pesada a la frontera de 800 km, inmediatamente después que Erdogán calificara efectivamente a Siria de «Estado hostil».
¿Cuál será el próximo paso? ¿Conmoción y pavor? Frena tus caballos (neo-otomanos).
Supuesta trayectoria de vuelo del avión militar turco.
¿Lord Balfour supongo?El futuro inmediato de Siria fue planeado en Ginebra recientemente, en una de esas representaciones absurdas de la «comunidad internacional» cuando EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Turquía y Qatar y Kuwait del Consejo de Cooperación del Golfo se sentaron para preparar una «solución pacífica» para el drama sirio
,aunque según se informa la mayoría de ellos arman a la oposición contra Damasco.