© UGRLos antropólogos de la UGR que participan en el proyecto de la necrópolis de Qubbet el-Hawa.
No es oro todo lo que reluce. Al menos así lo indica el proyecto de investigación Qubbet el-Hawa, de la Universidad de Jaén (España), en el que participan antropólogos de la Universidad de Granada y el Consejo Supremo de Antigüedades de la República Árabe de Egipto.
Se trata de una excavación que se está desarrollando en la tumba número 33 de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, a unos 1.000 kilómetros al sur de El Cairo. Esta tumba fue construida durante la XII Dinastía (1939-1760 a. C.) para albergar el cuerpo de un alto dignatario de la región de Asuán del que, por el momento, se desconoce su identidad.
Fue reutilizada con posterioridad en al menos tres ocasiones (XVIII, XXII y XXVI Dinastías), es una de las más grandes de la necrópolis y posee una gran potencialidad arqueológica, ya que alberga, al menos, una cámara intacta en su interior, con tres sarcófagos decorados de madera.
Ahora, científicos del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, que dirige el profesor Miguel Botella López, han participado en la campaña para realizar el análisis antropológico de los huesos de las momias halladas en la excavación, así como el cómputo del número de individuos pertenecientes a las épocas más modernas de ocupación de la tumba (Reino Nuevo, Tercer Periodo Intermedio y Baja Época). Los investigadores granadinos han encontrado más de 200 esqueletos y momias en la tumba número 33.
Comentario: De ser cierto que los egipcios sufrían muchos problemas de malnutrición y trastornos gastrointestinales agudos, es probable que también se haya debido a la agriculltura, un mal que viene despojante a la Tierra de todos sus recursos desde hace 10.000 años, y causando muchísimas enfermedades. Véase: El Mito Vegetariano