Científicos de todo el mundo han analizado minuciosamente fósiles de Australopithecus sediba y lo han definido como un collage de homínidos primitivos y modernos. Sus dientes, brazos, caja torácica, hombros y pies eran similares a los australopitecos, pero tenía la mandíbula y columna vertebral como los primeros Homo. Sus andares eran peculiares y sus brazos especialmente adaptados para trepar por árboles. Esta mezcla le convierte en candidato ideal a precursor del género Homo.© SINCLa mandíbula difiere en tamaño y forma con la de otros australopitecos, y se parece más a la del género Homo.
En agosto de 2008, un niño de nueve años encontró en Mapala (Sudáfrica) restos de
Australopithecus sediba, una especie de homínidos no conocida hasta ese momento.
Hoy un equipo de investigadores de 16 instituciones de todo el mundo liderados por Lee Berger, el padre del muchacho, presentan en Science los resultados de cuatro años de análisis de los fósiles de este homínido ancestral que vivió hace dos millones de años.
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Australopithecus sediba tiene una estructura semejante a un mosaico. En él podemos encontrar una mezcla de australopitecos y humanos", explica a SINC Peter Schmid, autor principal del artículo en el que se analiza el tórax del espécimen.
Según el líder del proyecto, el paleoantropólogo Lee Berger, de la Universidad del Witwatersrand (Sudáfrica), entender bien la anatomía de este australopiteco tendrá implicaciones en la interpretación del proceso evolutivo de los homínidos.
"La gran cantidad de características que comparte con especies como Homo erectus nos lleva a considerarlo un candidato ideal de precursor del género
Homo", asegura Schmid a SINC.
Una de las conclusiones que extrae Schmid es que hay que ser cauteloso a la hora de hacer interpretaciones a partir de material fragmentado, y explica que "el mosaico de sediba, el esqueleto mejor conservado de la época, demuestra que es peligroso sacar conclusiones de fragmentos aislados".
"Su caja torácica se estrecha en la parte superior tomando una forma cónica que recuerda a los grandes simios:"
"Caminaban sobre dos extremidades de una manera peculiar, con una rotación interna de las rodillas y los pies ligeramente retorcidos."
Los seis artículos publicados hoy analizan los dientes, la mandíbula, los brazos, el tórax, la columna vertebral y las extremidades inferiores de tres individuos de
Australopithecus sediba.