Fuertes vientos de hasta 264 kilómetros por hora obligaron hoy en Escocia al cierre de cientos de colegios y llevó a la policía a no utilizar el coche en el centro de la región, mientras se mantiene la altera roja.


El temporal, uno de los perores de la última década, dejó además a 30.000 hogares sin electricidad debido a la caída de árboles sobre los tendidos eléctricos.

Un portavoz de la oficina de meteorología explicó hoy que la decisión de elevar el nivel de alerta a rojo, el más alto de todos, "no se toma a la ligera", por lo que recomendó a los ciudadanos que lo tengan en cuenta y tomen "las acciones apropiadas".

Por su parte, la policía escocesa lanzó hoy la advertencia de no desplazarse en coche por el centro de la región debido al temporal de viento y lluvia y las autoridades autorizaron el cierre de cientos de colegios.

Además, el tráfico se ha visto muy afectado por el cierre de puentes y carreteras mientras que universidades, edificios públicos, parques en toda la región han sufrido las consecuencias del temporal y han cerrado sus puertas a partir del mediodía.

En el caso de los aeropuertos, los de Edimburgo y Glasgow cancelaron hoy un total de 17 vuelos.

El Gobierno escocés anunció hoy que se esperaban que las condiciones climatológicas fueran "bastante excepcionales" y "peligrosas" en el oeste, centro y sur de Escocia a partir de las 13.00 GMT.

Otras partes del Reino Unido, como el norte y centro de Inglaterra e Irlanda del Norte se vieron también hoy afectadas por fuertes vientos y lluvia y la previsión meteorológica muestra como la situación podría complicarse en las próximas horas con la llegada de nevadas.