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El inicio del año 2012 ha estado marcado por al menos tres fenómenos naturales de gran magnitud: un potente sismo que hizo temblar la capital japonesa, pero la peor parte se la llevó Nueva Zelanda, donde una isla sufrió un terremoto y otra resultó inundada.

Un fuerte sismo de 7 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió en la tarde de este 1 de enero a Tokio y sus alrededores, según informó la agencia meteorológica japonesa. El sismo se produjo a las 14:28 (05:28 GMT). El epicentro del terremoto se localizó cerca de la isla de Torishima (situada a unos 560 kilómetros al sur de Tokio), a 370 kilómetros de profundidad.

Justo después del temblor, la agencia nacional meteorológica de Japón, dio aviso de un peligro de tsunami en la costa oriental del país, pero pasados unos minutos canceló la alerta.

Pero la peor parte sin duda se le llevó en Nochevieja y el primer día del 2012 Nueva Zelanda, donde la Isla Norte fue inundada y la Isla Sur sufrió una intensificación de la actividad sísmica.

El primer sismo de 4,8 grados de magnitud en la Isla Sur se produjo a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad de Christchurch, que aún no se ha recuperado del terremoto devastador del 22 de febrero del 2011. Luego, movimientos telúricos de 3,4 y 3,3 grados se repitieron en la misma zona con un intervalo de 37 minutos.

Las intensas lluvias provocaron importantes inundaciones en la Isla Norte, donde la zona más afectada fue Bay of Plenty (Bahía de la Abundancia).

Debido al mal tiempo, fueron cancelados una serie de eventos festivos de Nochevieja en Wellington y bajo amenaza de suspensión se realizó el festival musical en la Península de Coromandel. Además se cerraron las carreteras principales y las autoridades han comunicado que hay heridos, pero aún se desconoce la cantidad exacta.