
La vitamina D tiene la capacidad de afectar a neurotransmisores, allí reside la relación.
Lo descubierto por E. Sherwood Brown, del Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, MinhTu T. Hoang, y sus colegas de ese centro y del Instituto Cooper en Dallas, sugiere que podría ser útil medir los niveles de vitamina D en pacientes con depresión, y quizás buscar la presencia de depresión en personas con niveles bajos de vitamina D. De todos modos, tal como reconoce Brown, todavía no hay datos suficientes como para poder decidir si conviene recetar suplementos de vitamina D a las personas que sufren de depresión.
El equipo de investigación examinó datos sobre casi 12.600 personas, recopilados desde finales de 2006 hasta finales de 2010. Y constató que los niveles altos de vitamina D se asociaban con un riesgo significativamente menor de que la persona padeciera de depresión en ese momento, en particular entre personas que la habían padecido anteriormente.
Los científicos no han determinado la relación exacta entre ambas cosas. En otras palabras, se ignora si los niveles bajos de vitamina D intensifican los síntomas de depresión, o si la depresión hace disminuir los niveles de vitamina D.
Sin embargo, dado que la vitamina D es capaz de afectar a neurotransmisores, eso podría respaldar y explicar su relación con la depresión.