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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) mostró gran preocupación por la falta de atención a la infancia indígena en Panamá donde la mortalidad es de 37,1 por cada mil nacidos vivos entre los ngöbes-buglé.

En su último informe sobre Panamá, la organización señala que en el caso de la mortalidad materna el índice es también muy alto, de 42,4, cuando la meta proyectada para 2015 es de 12,5 muertes por cada 100 mil casos, según los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

El documento denominado "La niña indígena y el adolescente urbano: entre riesgos y oportunidades" alerta que las muertes en menores de cinco años se dan en el primer año de vida. Las causas son por afecciones en el período perinatal, neumonía, diarreas y malformaciones congénitas.

Alma Acosta, coordinadora de programas de Unicef, manifestó que se necesita aumentar el acceso de las mujeres indígena a los controles prenatales, porque es la clave para reducir las muertes.

"La tasa de mortalidad materna en Panamá es alta, y hay que garantizar que las mujeres, sobre todos indígenas, tengan acceso a dicho servicio", agregó Acosta.

Acosta dijo que, adicionalmente, Panamá tiene desafíos no solo en lo relacionado con la mortalidad infantil y la materna, sino también con la educación secundaria a nivel universal para todos los niños, incluida la primaria, además del nutricional de la niñez, que es muy deficiente.