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Cientos de miles de palestinos y activistas israelíes solidarios con su causa marcharon hoy hacia Jerusalén en el denominado Día de la Tierra, desafiando la decisión del gobierno de Israel de cerrar los accesos a Cisjordania.

Residentes en varias aldeas y ciudades de la ocupada Ribera Occidental se concentraron en la ciudad bíblica de Belén y en el punto de control militar de Qalandiya, en las afueras de Jerusalén, para condenar la usurpación de los territorios palestinos por Israel.

El jefe negociador palestino, Saeb Erakat, afirmó que la política israelí de negar el acceso a la tierra está en el corazón del conflicto, y defendió que su pueblo se manifieste pacíficamente y demande el cumplimiento de sus derechos nacionales y legales.

La movilización también fue palpable en otras localidades donde se rindió tributo a seis palestinos-israelíes asesinados durante una protesta por la confiscación de sus tierras en 1976.

Igualmente, se solidarizaron con la denominada Marcha Global por Jerusalén cientos de residentes de Gaza, quienes debido al bloqueo terrestre israelí de esa franja costera organizaron caminatas hasta un kilómetro de la valla limítrofe.

Simpatizantes de la causa palestina en países vecinos de Israel planearon concentraciones en inmediaciones de las fronteras, un gesto de respaldo que se tiene previsto ocurra este viernes frente a las legaciones diplomáticas de Tel Aviv en 82 naciones.

Las actividades reivindicativas se concibieron de forma pacífica, pero desafiando el cierre general desde anoche y hasta este viernes en la tarde de los cruces desde la Ribera Occidental (región de Judea y Samaria, según la define Israel).

El gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu fijó un límite de edad para los feligreses autorizados a asistir este viernes a las oraciones musulmanas en el complejo de la mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar sagrado del Islam en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Desde ayer, el jefe de la policía israelí, Yohanan Danino, elevó el nivel de alerta de las fuerzas de seguridad y el Ejército desplegó a cientos de soldados en distintas zonas del Estado sionista, básicamente en áreas fronterizas con el Líbano, Jordania, Egipto y Siria.

Danino justificó el dispositivo de vigilancia como una medida de acuerdo con evaluaciones de seguridad y dijo que los uniformados están preparados "para manejar cualquier posible escenario, esperado o no".