
La perra fue vista por primera vez en la mañana del lunes en Baker Road en Weatherford, Texas, donde las temperaturas eran extremas. Estaba dando vueltas aterrorizada y con mucho dolor, después de haber sido salvajemente golpeada y torturada.
Alguien le había arrancado la lengua antes de envolverla con una cinta adhesiva resistente alrededor de su hocico.
Su condición fue reportada al Control de Animales y fue llevada a la unidad animal Bowie, donde el personal conmocionado trató sus heridas y le pusieron el nombre Esperanza.
La cinta fue removida y enviada a un laboratorio criminalístico para ser analizadas, con la esperanza de que tal vez lleve a la policía para encontrar el que llevó a cabo el abuso.
Por el estado febril y deshidratado, y por el daño en la lengua, no podía comer o beber. Una vez curada los veterinarios dijeron que esperan que ella comenzará a comer y beber por sí misma, es su única oportunidad de supervivencia. Si ella no puede alimentarse probablemente muera.
Larry Fowler, alguacil del condado Parker, describe la condición de la perra como 'horrenda'. "No me puedo imaginar lo que traería a una persona llegar a un acto de tanta maldad". Y agrega "tenemos la suerte de haberla encontrado cuando lo hicimos. Nuestros investigadores vieron algunas cosas muy terribles en sus carreras, pero este caso es muy preocupante y nos deja sorprendidos".
Y ofreció una recompensa de 1.000 dólares a cualquier persona con información que conduzca al arresto y condena del sospechoso.
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