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© APLa fiscalía acusó el jueves a la esposa del político chino Bo Xilai y a un ayudante de la familia de haber asesinado a un empresario británico, informó el gobierno el jueves, impulsando...
La fiscalía acusó el jueves a la esposa del político chino Bo Xilai y a un ayudante de la familia de haber asesinado a un empresario británico, informó el gobierno el jueves, impulsando el caso en el centro de un escándalo político que conmocionó al liderazgo comunista chino antes de una delicada transferencia del poder.


Según la agencia noticiosa estatal Xinhua, la reciente acusación formal señaló que la esposa de Bo, Gu Kailai, tuvo un desacuerdo con el británico Neil Heywood por dinero y temió que pudiera amenazarle y poner en riesgo la seguridad de su hijo.

Gu y el ayudante, Zhang Xiaojun, están acusados de haber envenenado a Heywood, dijo el informe. La muerte de Heywood en noviembre fue atribuida inicialmente a un ataque cardíaco o al consumo excesivo de alcohol.

El breve informe es la primera noticia oficial de que el caso contra Gu continúa desde que hace tres meses se anunció que ella y Zhang eran investigados y que Bo había sido suspendido del Politburó por cargos no especificados de indisciplina. El informe de Xinhua no mencionó a Bo ni la investigación que por separado realiza el partido.

"Acusar a un miembro del Politburó de estar mezclado en forma alguna en el asesinato habría mancillado la reputación del Partido Comunista a tal grado que habría sido enormemente difícil para el liderazgo", dijo Joseph Fewsmith, un especialista en política china de la Universidad de Boston.

La caída de Bo y la investigación de su familia son un obstáculo para el Partido Comunista chino, afectado por el mayor escándalo público en casi dos décadas. Pone al descubierto la lucha intestina sin cuartel que el mando supremo prefiere ocultar ante un público cansado de la corrupción oficial.

La noticia del enjuiciamiento de Gu indica que el liderazgo ha cerrado filas y llegado a un acuerdo general sobre el caso, así como de la necesidad de instalar un grupo más joven de dirigentes en el congreso partidista del próximo año.

"Tienen que mostrar solidaridad, porque si no lo hacen las consecuencias serán alarmantes. Minarán la estabilidad social" al ilustrar las divisiones en las filas del partido, dijo Cheng Li, especialista político de la Brookings Institution en Washington.