Alimentos transgénicos
© DesconocidoPrefiera a los agricultores locales y puestos en los mercados de agricultores en el que se pueda garantizar que los cultivos no son transgénicos.
Se ha demostrado que los alimentos geneticamente modificados (GM) causan daño a los seres humanos, a los animales y al medio ambiente, y a pesar de la creciente oposición, más y más alimentos están siendo alterados geneticamente.

Es importante señalar que deshacerse de estos alimentos por completo puede ser difícil, sin embargo usted puede comenzar por preferir productos no alterados en una feria libre en vez de los alimentos modificados que puedan ofrecer en un gran supermercado.

Prefiera a los agricultores locales y puestos en los mercados de agricultores en el que se pueda garantizar que los cultivos no son transgénicos. Incluso mejor, si usted tiene la posibilidad de tener un huerto en su hogar cultive alimentos orgánicos con semillas que garanticen que no han sido modificadas geneticamente.

Mientras tanto aquí tiene los 10 peores alimentos transgénicos para su lista de alimentos geneticamente modificados (transgénicos) a evitar.

Maíz: Se trata de algo obvio. Si ha visto algún documental de alimentos, ya sabe que el maíz está muy modificado. Casi la mitad de todas las granjas de Estados Unidos cultivan maíz modificado del monstruo bio tecnológico Monsanto, y en gran parte se destina al consumo humano. El maíz transgénico de Monsanto ha sido vinculado a numerosos problemas de salud, incluyendo el aumento de peso y los trastornos organicos. México que posee una rica variedad de tipos de maíz, manos siniestras se están moviendo para modificar el mejor maíz del Hemisferio norte.

Soya: Se encuentra en el queso de soja (tofu), productos vegetarianos, aceite de soja, harina de soja, y muchos otros productos, la soja la modifican para resistir a los herbicidas.

Azúcar: Según Natural News, remolacha azucarera genéticamente modificada fue introducida en el mercado de los EE.UU. en 2009. Al igual que otros, se han modificado por Monsanto para resistir a los herbicidas. (Prefiera la Stevia Paraguaya que hasta el momento parece no haber sido tocada por las bestias tecnológicas)

Aspartame: El aspartame es un aditivo tóxico utilizado en numerosos productos alimenticios, y se debe evitar por numerosas razones, como el daño que produce a la memoria, además del hecho de que se ha creado con bacterias genéticamente modificadas. Muchos nutricionistas por ignorancia o por intereses creados recomiendan usar el aspartame en remplazo del azucar 'para bajar de peso' aludiendo que las cantidades que contienen ya sea en las bebidas gaseosas o como comprimido 'no hacen daño'. Lamentablemente no es asi. Evite cualquier bebida con aspartame y prefiera la Stevia, cuya planta puede incluso cultivar en casa.

Papayas: Esta puede ser una sorpresa para todos los amantes de la fruta tropical. Papayas geneticamente modificadas se han cultivado en Hawai para el consumo desde 1999. A pesar de que no se puede vender en la Unión Europea, son bienvenidos con los brazos abiertos en los EE.UU. y Canadá.

Canola: Uno de los alimentos más químicamente alterados en la dieta de los EE.UU., el aceite de canola se obtiene a partir de la colza mediante una serie de acciones químicas.

Algodón: Se encuentra en el aceite de algodón, de algodón originarias de India y China en particular, tiene serios riesgos.

Productos lácteos: Los productos lácteos pueden contener hormonas de crecimiento, ya que hasta una quinta parte de todas las vacas lecheras en los Estados Unidos se les aplica estas hormonas. De hecho, el peligroso rBGH de Monsanto está prohibido en 27 países, pero sigue presente en la mayoría de las vacas de Estados Unidos. Si usted debe bebe leche, compre productos orgánicos.

y 10. Calabacín y calabaza amarilla: En estrecha relación, estas dos variedades de calabaza son modificados para resistir los virus.

Los peligros de algunos de estos alimentos son bien conocidos. La toxina Bt que se utiliza en el maíz transgénico se detectó recientemente en la sangre de mujeres embarazadas y sus bebés. Pero quizá lo más alarmante son los riesgos que aún se desconocen.

Con poca regulación y pruebas de seguridad realizadas por las empresas que hacen las modificaciones genéticas, no tenemos manera de saber con certeza los riesgos de estos alimentos creados en laboratorio fuera de lo que ya sabemos.