Desocupados y sindicalistas se llevaron hoy sin pagar casi tres toneladas de alimentos de primera necesidad de dos supermercados en Andalucía, sur de España, para entregarlos a comedores sociales, en una acción de protesta para advertir sobre las consecuencias del ajuste.


La iniciativa, tolerada a regañadientes por los comercios y la policía, fue organizada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), liderado por el diputado de Izquierda Unida (IU) Juan Manuel Sánchez Gordillo, y tuvo lugar en Écija, Sevilla, y Arcos de la Frontera, Cádiz, en el Sur, donde la crisis hace estragos.

En Écija, una treintena de miembros el sindicato, en su mayoría desocupados del sector agrícola, entraron poco antes del mediodía en un supermercado Mercadona, y lograron salir con nueve changos cargados con alimentos básicos como aceite, leche, azúcar, arroz y legumbres.

En la salida se produjeron forcejeos entre los empleados del supermercado y los manifestantes, que lograron salir con unos 1.500 kilos de alimentos, sin que la policía los detuviera, explicó José Caballero, responsable de organización de este sindicato andaluz de izquierda y anticapitalista.

"Los alimentos fueron entregados en comedores sociales de la zona", añadió.

Caballero dijo que con esta acción se pretende "expropiar a los expropiadores, es decir, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica", según la prensa española.

En Andalucía

El gremialista advirtió que "la situación en Andalucía es alarmante", ya que "muchas familias tienen a todos sus miembros desocupados, y no cobran ningún subsidio, y, por lo tanto, no tienen ni para comer".

"También los comedores sociales se encuentran sin alimentos, por eso fuimos a las grandes superficies y los expropiamos", remarcó.
En Arcos de la Frontera, los empleados del supermercado, un Carrefour, cerraron las puertas y no dejaron salir a los militantes.

Sin embargo, después de negociar con los responsables y la policía, el sindicato logró sacar 15 carros (changos) con alimentos que fueron repartidos en municipios cercanos para entregarlos a las personas más necesitadas, muchos inmigrantes, explico el sindicalistas.

"Me imagino que habrá denuncias. Mercadona anunció que demandará al sindicato-, pero no será la primera vez ni la última. Tenemos claro que en la actual situación en la que estamos, tenemos que hacer algo", subrayó Caballero, quien dijo que la acción permitió entregar 3.000 kilos de alimentos a familias que los necesitan.

"Son muchas las familias que no cuentan con ninguna ayuda económica, por eso reclamamos una renta básica para todos", explicó el líder sindical, quien denunció que con sus políticas de ajuste el gobierno de Mariano Rajoy está haciendo pagar la crisis a los que menos tienen.

"En el campo la situación es especialmente dura, no hay trabajo y no se pueden renovar los subsidios de desempleo porque los jornaleros necesitan demostrar que trabajaron como mínimo 35 días al año y no pueden hacerlo", denunció.

"El desempleo alcanza al 40% de la población activa en la zona rural, y en general es del 32%, una de las cifras más altas de España", zanjó.