Cuestionando el conocimiento convencional de que las infecciones con rabia son 100 por ciento fatales salvo que sean tratadas inmediatamente, científicos que estudian poblaciones remotas de la Amazonía peruana en riesgo de contraer la rabia de los murciélagos vampiro encontraron que el 11 por ciento de las personas examinadas dieron evidencia de anticuerpos contra la enfermedad; entre ellos, sólo una persona informó que había sido vacunada previamente. El diez por ciento parece haber sobrevivido a la exposición al virus sin intervención médica alguna. Los resultados de los investigadores en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) fueron publicados en la edición de agosto de 2012 del American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

"La gran mayoría de los casos de rabia que evolucionan a infecciones clínicas son fatales. Sin embargo, nuestros resultados abren la puerta a la idea de que podría haber algún tipo de resistencia natural o respuesta inmune mejorada en ciertas comunidades expuestas regularmente al virus", observó la Dra. Amy Gilbert del Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas de los CDC, autora principal del artículo. "Esto significa que podría haber formas de desarrollar tratamientos eficaces que también pueden ayudar a salvar vidas en áreas donde la rabia persiste como causa de fallecimiento".

Los expertos en rabia estiman que la enfermedad mata a 55.000 personas cada año tan sólo en África y Asia, y que parece estar en aumento en China, la ex Unión Soviética, el sur de África y América Central y del Sur. Según los CDC, en los Estados Unidos, las muertes humanas por rabia han disminuido a lo largo del último siglo de 100 muertes anuales a un promedio de dos por año, gracias a una agresiva campaña de vacunación de animales domésticos contra la enfermedad.

En general, a las personas que creen que han estado expuestas a la rabia se les recomienda que busquen tratamiento post-exposición de forma inmediata. Estas inyecciones preventivas, cuando se administran rápidamente, son 100 por ciento exitosas para prevenir la enfermedad. Los científicos han documentado sólo un pequeño número de casos, incluyendo uno el año pasado en California, en los que la exposición a la rabia ocasionó una infección pero la víctima sobrevivió. La mayoría de los sobrevivientes requirió de todas maneras atención médica intensiva, incluyendo un caso en Wisconsin en el que los médicos indujeron un coma, aunque este método no ha tenido éxito en la mayoría de los casos subsiguientes.

Este estudio de los CDC fue llevado a cabo en colaboración con el Ministerio de Salud del Perú como parte de un proyecto mayor para comprender mejor las interacciones murciélago-humano y su relación con la rabia y las enfermedades emergentes que pueden ser transmitidas por los murciélagos. Para su investigación, los científicos viajaron a dos comunidades (Truenococha y Santa Marta) en una zona remota de la Amazonía peruana, donde se han producido de forma regular brotes de infecciones fatales con rabia causadas por mordeduras de murciélagos vampiro - el "reservorio natural" más común de la enfermedad en América Latina - a lo largo de las dos últimas décadas. Se entrevistaron a 92 personas, 50 de las cuales reportaron mordeduras de murciélagos en el pasado. Se tomaron muestras de sangre de 63 individuos y siete (11 por ciento) mostraron "anticuerpos neutralizadores del virus de la rabia".

Uno de los siete individuos con anticuerpos informó haber recibido vacunación antirrábica - la que genera anticuerpos para el virus de la rabia - pero no hubo evidencia de que las otras seis personas hubieran recibido vacunación antirrábica antes de la toma de sangre ni recibido atención médica alguna por mordedura de murciélago, evidenciando que habían estado en contacto con el virus de la rabia.

Los investigadores reconocieron que no podían determinar en forma concluyente si los anticuerpos fueron originados por exposición al virus en niveles insuficientes para producir la enfermedad. Pero creen que su evidencia "sugiere que la exposición al (virus de la rabia) no es invariablemente letal para los humanos".

Gilbert afirmó que la exposición no letal puede ocurrir más frecuentemente de lo que se piensa debido a que "salvo que las personas tengan síntomas clínicos de la enfermedad, podrían no ir al hospital o centro de salud, particularmente donde el acceso es limitado".

"Todos estamos de acuerdo aún en que casi todas las personas que experimentan síntomas clínicos de la rabia mueren", dijo Gilbert. "Pero podríamos no detectar los casos en áreas aisladas de alto riesgo donde las personas están expuestas al virus de la rabia y, por alguna razón, no desarrollan la enfermedad".

En la región amazónica donde se llevó a cabo el estudio - la Provincia de Datem del Maranón en el Departamento de Loreto en el norte de Perú - los murciélagos vampiros, que viven de la sangre de los mamíferos, salen de noche regularmente y prefieren alimentarse del ganado. Pero cuando están ausentes esas fuentes de alimento, es conocido que buscan alimentarse de humanos. Pueden utilizar sus dientes extremadamente filosos y el anticoagulante presente naturalmente en su saliva (conocido apropiadamente como "draculín") para alimentarse de las personas mientras duermen, sin despertarlas. El virus de la rabia circula intensamente en las colonias de murciélagos vampiro en la región, y cuando un murciélago infectado se alimenta, pasa el virus a su huésped.

"Este tipo de investigación científica exhaustiva y persistente sobre la rabia da sustento constante a la noción de que aun las enfermedades infecciosas más peligrosas pueden ser tratables", afirmó el Dr. James W. Kazura, prestigioso experto en enfermedades infecciosas y presidente de la Sociedad Norteamericana de Medicina Tropical e Higiene (ASTMH, por sus siglas en inglés). "La inversión continua de recursos nos es esencial para proteger la salud y el bienestar de personas inocentes cuyas vidas y medios de subsistencia son innecesariamente amenazados por las enfermedades infecciosas como la rabia".

Gilbert y sus colegas esperan que sus resultados motiven nuevos estudios en comunidades remotas en riesgo, para corroborar los hallazgos con resultados similares. En un editorial que acompaña al estudio, Rodney E. Willoughby, especialista en enfermedades pediátricas en el Hospital Pediátrico de Wisconsin, afirmó que si es que hay poblaciones humanas distinguibles con "resistencia completa o relativa a la rabia", podría existir la posibilidad de utilizar secuenciamiento genómico completo para contribuir al desarrollo de tratamientos nuevos para salvar vidas en los casos de infecciones con rabia.

"El análisis genético cuidadoso y respetuoso de estas poblaciones genéticamente únicas podría proporcionar información sobre los mecanismos bioquímicos y fisiologicos en el ser humano que promueven la resistencia a la rabia en humanos", escribió. "Es igualmente importante saber que existe una continuidad en los grados de intensidad de la enfermedad, aún para las enfermedades infecciosas como la rabia, lo que debería darnos aun más aliento para buscar tratamientos curativos cuando nos enfrentamos con las llamadas enfermedades infecciosas no tratables..."

Gilbert remarcó que el estudio fue hecho como parte de un esfuerzo más amplio de salud pública para hacer frente a una serie de brotes de rabia en la Amazonía, donde actualmente algunos agentes de la salud están considerando llevar a cabo campañas de vacunación preventiva en áreas donde el riesgo de rabia es alto y la disponibilidad de atención médica es escasa. Afirmó que mientras su estudio destaca a las personas que parecen haber sobrevivido a la exposición al virus, la realidad es que los brotes de rabia en las comunidades pequeñas de la región han dejado resultados trágicos.

"Estas son aldeas muy pequeñas y es increíblemente traumático para la población ver a diez de sus habitantes morir con una enfermedad horrible", dijo Gilbert. "Queremos ayudar a crear conciencia del problema y tratar de desarrollar una respuesta más proactiva".