Se teme que podrían agredir las producciones de agricultura y olivicultura como además, invadir nuestros jardines.

Hormigas negras
© Frederic J. Brown/Fotógrafo de plantillaHormigas negras.
La temperatura del clima está cambiando, y una prueba de ello la muestran las hormigas negras; ellas modifican su forma de vida con el aumento del calor ya que caminan más rápido y aumentan la cantidad de comida, según una investigación de la Universidad Nacional del Sur desarrollada en el Centro de Recursos Renovables de la Zona Semiárida (CERZOS) de Argentina.

Las hormigas negras, es una especie autóctona en Argentina, muy común en Estados Unidos y considerada una plaga donde habite.

Con el aumento de la temperatura, se desplazan un 33% más rápido y comen un 27% más, señala el doctor en Biología Rodrigo Tizón, docente de centro educativo que desarrolla la investigación para el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas CONICET.

Esta especie de hormiga entra en el grupo de las llamadas cortadoras o podadoras, ya que está equipada de unas fuertes mandíbulas con las que suele atacar la mayor parte de las plantas de cultivo, según la investigación.

Los investigadores argentinos sostienen que si el calentamiento global sigue variando de esta forma, la hormiga negra podría agredir las producciones de agricultura y olivicultura, como también los jardines.

El doctor Tizón, señaló que "si se mueven más rápido y comen más, es obvio que se extenderán, y si ya son plaga, en unos años serán aún más dañinas".

"Por esto, la información básica, como los requerimientos biológicos y ecológicos de estas especies, es muy importante para estar alerta y generar planes de manejo de plagas cuando éstas se presenten", agregó el docente en el reporte de Argentina Investiga de Dicyt.

Los investigadores sostienen que los insectos son más vulnerables al calentamiento debido a su condición de ectotermos, con lo cual su metabolismo y funciones como el crecimiento y la reproducción, son afectados por las temperaturas.

Las hormigas que forrajean, es decir que cazan, recolectan y cosechan, fueron declaradas plaga en Argentina, y especialmente la negra es la más extendida en este país, registrándose más actividad en primavera y a primeros días del otoño. En verano trabaja de noche y en invierno para su actividad.