Imagen
© desconocido
El diario egipcio Al-Ahram ha criticado la decisión del Gobierno de Canadá de cerrar su embajada en Teherán, capital persa, y en el ámbito diplomático, ha manifestado, representa un desastre para Ottawa.

En un artículo publicado el sábado en el sitio Web del diario egipcio, se ha indicado que la llegada al poder del actual primer ministro canadiense, Stephen Harper, marca el inicio del deterioro de las relaciones entre Teherán y Ottawa.

Canadá cerró su embajada en Teherán, al aseverar que Teherán apoya al terrorismo y critica fuertemente al régimen de Israel.

Aun cuando Irán es el único país que critica al régimen de Tel Aviv, hasta el momento, no se ha encontrado ninguna prueba que evidencia al país persa como copartícipe del terrorismo, todo ello cuando en realidad el pueblo iraní en reiteradas ocasiones ha sido víctima de las ofensivas terroristas lanzadas por el régimen israelí y Estados Unidos, como el asesinato de numerosos científicos nucleares de Irán, detalla el artículo.

De acuerdo con el rotativo Al-Ahram, desde la llegada al poder del grupo conservador canadiense con el liderato de primer ministro colaborador del régimen de Israel, Harper, hace ya cinco años, solo se ha hecho pasar vergüenza al pueblo canadiense y el ejemplo más importante ha sido la bochornosa acción de cerrar su embajada en Teherán.

Parece que el cierre de la embajada de Ottawa en Teherán fue una petición directa del régimen de Tel Aviv y la política exterior de Canadá se consulta con expertos israelíes.

Canadá y el régimen de Israel firmaron un acuerdo de cooperación de seguridad en 2008, en virtud del cual se comprometieron a defender a los ciudadanos, la propiedad y otros intereses bilaterales contra las amenazas comunes.

Las fuerzas de seguridad israelíes actualmente están trabajando oficialmente en los servicios de seguridad y de inteligencia canadienses, incluida la policía y el servicio de Inteligencia de Canadá.

En un intento por favorecer los intereses de EE.UU. y del régimen israelí, el Gobierno canadiense cerró el pasado 7 de septiembre su embajada en Teherán, bajo una serie de acusaciones infundadas, entre ellas la continuación de las actividades nucleares de Irán con fines bélicos y el apoyo militar de la República Islámica de Irán al Gobierno de Siria.

Algunas autoridades persas, en respuesta, han considerado la postura de Ottawa como una decisión tomada con el fin de neutralizar el éxito que consiguió Irán tras la celebración de la XVI Cumbre del Movimiento No Alineado (del 26 al 31 de agosto de 2012) en Teherán.