El acné1
© Tang Chhinn Sothy/AFP/Getty ImagesEl acné afecta a un 98% de la población norteamericana. En la búsqueda de mejores tratamientos, la comunidad médica de la Universidad de California y Pittsburgh propone el uso de cepas de virus contra las bacterias.
Médicos de la Universidad de California explican que ahora se sabe que la principal causa del acné son las bacterias, aunque reconocen que las hormonas sexuales, el aceite facial y el sistema inmunológico juegan cierto papel.

Científicos de la Universidad de California (UCLA) y la Universidad de Pittsburg proponen usar cepas de virus que son potencialmente activas, para combatir las baterías que causan las espinillas del acné.

Según señala el estudio, se trata de virus inofensivos para la piel y éste "naturalmente se alimenta de la bacteria que causa las espinillas", informa UCLA.

Los médicos destacan que esta podría ser una "herramienta prometedora contra las cicatrices físicas y emocionales del acné".

"El acné afecta a millones de personas, ahora tenemos algunos tratamientos que son seguros y efectivos", dijo el investigador principal, el Dr. Robert Modlin, jefe de dermatología y profesor en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA.

El acné2
© UCLALos círculos revelan dónde el virus P. acnes causó la muerte de las bacterias del acné
El acné se produce cuando la bacteria propionibacterium acnes prospera en los poros. Se descubrió que esta desaparece ante la acción del virus P. acnes fagos. Ahora los científicos proponen combatirlo con esta familia de virus que se encuentra en la piel y que sería inofensiva para el ser humano.

"Sabemos que las hormonas sexuales, el aceite facial y el sistema inmunológico juegan un papel en la causa del acné, sin embargo, una gran cantidad de investigación indica que las bacterias P. acnes son un disparador importante", explicó la investigadora y autora del estudio, Laura Marinelli, del laboratorio de UCLA de Modlin.

La doctora explicó que a veces, se pone en marcha una respuesta inflamatoria en la piel, que también contribuye al desarrollo de este acné.

El grupo de investigadores estudió los genomas de las bacterias del acné en pacientes voluntarios y los resultados indicaron que los virus están programados para atacar y matar a estas bacterias específicas. Ellos concluyen que los virus P. acnes fagos, atacarán solamente a estas bacterias, P. acnes y no a otras como las E. coli.

"Este rasgo sugiere que (los virus se) ofrecen como un gran potencial para el uso terapéutico específico", destaca la doctora Martinelli.

La razón por la que los los virus atacan solo a las bacterias del acné se desconoce, sin embargo los científicos de UCLA creen que las personas con piel más sana, tienen más concentración de estos virus que se encargan de eliminar a las bacterias dañinas, o que en otros casos, la insuficiente capacidad de estos virus para controlar estas bacterias desencadena el acné.

Según el informe de UCLA, el acné está afectando al 98% de la población norteamericana. Para detener esta enfermedad, los médicos han usado alternativas como benzonil peroxide, antibióticos y accutane, para erradicarlo o evitar que se expanda.

Respecto al antibiótico tetraciclina, usado en estos casos, los médicos de UCLA reportan que la bacteria está desarrollando resistencia, mientras que la droga accutane, tiene riesgos para la personas por lo que su uso es limitado, informa la doctora Jenny Kim, coautora del estudio y directora de la clínica de Rosacea y Estética de UCLA.

"El acné puede dramáticamente desfigurar a las personas, y socavar su autoestima, especialmente en los jóvenes. Nosotros podemos cambiar la vida de los pacientes con el tratamiento. Es hora de identificar una nueva manera de tratar con seguridad esta enfermedad común", agrega Jenny Kim.

"Nuestros resultados proporcionan información valiosa sobre el acné y la bacteria que lo causa", sostiene Hatfull Graham, profesor ciencias biológicas en la Universidad de Pittsburgh e investigador del Instituto Médico Howard Hughes.

En los futuros estudios, el equipo señala que planea identificar la proteína del virus que actúa contra las bacterias y ver si es tan eficaz como el virus completo.