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© desconocidoLos famosos drones del terror.
Los aviones no tripulados de Estados Unidos nublan la vida en ese país. Los niños temen ir a escuela, mientras que los adultos eluden las bodas y funerales. Enterate de este informe sobre el terror de vivir temiendo ser atacado y viendo alrededor cómo se destruyen, de a miles, familias inocentes.

Según un informe titulado 'Viviendo bajo drones', en el país mueren mucho más civiles de lo que declara EE.UU. Por culpa de los drones de la CIA, los niños en el noroeste del país temen ir a las escuelas, mientras que los adultos procuran no acudir a bodas y funerales.

Así lo precisa un estudio realizado por universidades de Stanford y de Nueva York, en Estados Unidos, en el que se asegura que el programa de "asesinatos selectivos" con drones supervisado por la CIA no cumple con su objetivo de proteger a EE.UU., sino que causa demasiadas muertes entre la población civil pakistaní.

Aunque EE.UU. declara que en Pakistán las pérdidas civiles son "extremadamente poco frecuentes", los aviones no tripulados implicados en la lucha contra los talibán y Al Qaeda, causaron la muerte de numerosos civiles e incluso de miembros de los equipos de rescate confundidos por insurgentes, asegura el documento.

Según los datos que recoge este estudio, titulado 'Viviendo bajo drones', por culpa de estos aparatos estadounidenses, desde 2004 en Pakistán fueron asesinados entre unos 470 y 880 civiles, 176 niños entre ellos. El documento recuerda algunos episodios como el ataque de drones del 17 de marzo de 2011, cuando unas 42 personas resultaron muertas. Los funcionarios del Gobierno de EE.UU. declararon entonces que todos las víctimas mortales eran insurgentes.

Sin embargo, el informe, que se basa en entrevistas y sondeos realizados entre la población local pakistaní, establece que la mayoría de las víctimas fueron civiles, incluidos ancianos y miembros de la policía. Se estima que sólo cuatro de los muertos en el ataque estaban adscritos al movimiento talibán.

Terror, estrés y drones contraproducentes

Los autores del informe constatan el pánico que atenaza a la población pakistaní, especialmente en la región tribal de Waziristán del Norte, en el oeste del país, que últimamente ha sido blanco de múltiples ataques estadounidenses.

"La región entera está siendo aterrorizada por la amenaza permanente de muerte desde el cielo. Está dañando su estilo de vida: los niños están demasiado asustados para ir a escuela, los adultos temen acudir a bodas, funerales, reuniones de negocios o de cualquier cosa que tenga algo que ver con reunirse en grupos", dice Clive Stafford Smith, director de la organización de derechos humanos Reprieve, que publicó el estudio.

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El documento establece que los ataques causan traumas emocionales y económicos a los heridos y a sus familiares, mientras se extienden rumores sobre la supuesta instalación por agentes de la CIA de etiquetas electrónicas sobre las casas de los pakistaníes para atraer a los drones.
En el informe se expresan dudas sobre si los ataques resultan efectivos y defienden de verdad a EE.UU., ya que "el porcentaje de asesinatos de insurgentes de alto rango es extremadamente bajo, sólo del 2% de los muertos", publica RT.

Gracias a las operaciones con aviones no tripulados "el 74% de los pakistaníes considera a EE.UU. como enemigo", recuerdan los autores del estudio, argumentando que el uso de drones es políticamente contraproducente y dañino.

Drones, sin pretextos para matar

El estudio argumenta que el Gobierno de Barack Obama ha fracasado a la hora de garantizar "transparencia básica" y que no ha prestado públicamente validación legal alguna de su programa de asesinatos, en el marco de la cual se asesina a gente en Pakistán.

Los autores del informe recuerdan que hasta ahora las autoridades estadounidenses no han revelado bajo qué criterios y factores los militares determinan que una persona es 'delincuente' o insurgente a la hora de ser considerado objetivo de los drones. También el informe cuestiona si los ataques se realicen con el consentimiento de Pakistán.

Se precisa que el Gobierno pone "obstáculos" a la hora de llevar a cabo "una investigación independiente de los ataques en Waziristán de Norte" y exime al programa de drones de cualquier "responsabilidad".

Se concluye que tales prácticas en el uso de drones podrían "facilitar el recurso a la fuerza letal alrededor del mundo", sirviendo de ejemplos "a otros gobiernos", ya que cada vez más países logran el acceso a esta tecnología peligrosa y las exportaciones de tales armamentos resultan más sencillas.

Según acentúa el analista político Sandino Asturias, los vehículos aéreos no tripulados fueron diseñados originalmente para cumplir con misiones de inteligencia y vigilancia. Cuando se aplican para emprender un ataque aéreo directo, el nivel de imprecisión que tiene la operatividad de estos aparatos no puede garantizar la seguridad de los civiles, insiste el analista. El uso de armas letales que no haga diferencia entre los militares y los civiles e implique la muerte de gente inocente debe ser denunciado a todo nivel, opina Asturias. Según el analista, es responsabilidad de la comunidad internacional insistir en que Washington cese el uso de drones como herramienta de combate.