Policía paramilitar
© ReutersPolicía paramilitar a las fuertas de la factoría en Taiyuan.
Miles de trabajadores de una planta de la firma taiwanesa Foxconn del centro de China, en la que se fabrica el iPhone 5, han protagonizado conflictos por las abusivas condiciones laborales. No obstante, y a pesar de informes que afirman que se ha paralizado la producción del teléfono, Foxconn lo ha negado y afirma que la producción mantiene el calendario previsto, en un momento importante para Apple.

Según un comunicado de la asociación de defensa de los derechos laborales 'China Labour Watch', con sede en Nueva York, entre 3.000 y 4.000 empleados de la fábrica de Foxconn en Zhengzhou (capital de la provincia central de Henan) abandonaron sus puestos de trabajo en la tarde del viernes debido a su descontento con ciertas condiciones de la empresa.

Entre ellas, se quejan de las "excesivas demandas de calidad de los productos", convenidas por Foxconn y Apple, sin que se les dé un "entrenamiento adecuado", así como de la imposibilidad de tomar vacaciones durante la pasada semana, fiesta nacional en toda China.

"Los inspectores de control de calidad se enfrentaron con los trabajadores, quienes llegaron a golpearles en múltiples ocasiones. Sin embargo, la gerencia de la fábrica no ha atendido las quejas y no ha adoptado medidas para solucionarlas", añadió la citada organización.

"Cualquier informe que ha habido una huelga de los empleados son inexactas", dijo la compañía en un comunicado enviado por correo electrónico, y agregó que "no ha habido ningún paro laboral en esa instalación o cualquier otro centro de Foxconn". "La producción ha seguido el calendario previsto", asegura.

Foxconn dijo que los incidentes tuvieron lugar el 1 y 2 de octubre y fueron "aislados". "Se tomaron medidas inmediatas, incluyendo la provisión de personal adicional para las líneas afectadas".

La compañía añadió que los empleados que trabajan durante las vacaciones lo hacen voluntariamente y se les paga tres veces su retribución habitual por hora, según lo exigido por la ley.

La huelga se produce dos semanas después de que otra planta de Foxconn, en esa ocasión la de Taiyuan (capital de Shanxi, al norte), tuviese que cerrar durante más de un día tras incidentes en los que se vieron envueltos hasta 2.000 trabajadores y que provocaron el ingreso hospitalario de una decena de ellos.

Mientras la compañía se justificó alegando que la disputa -que tuvo lugar en la planta un domingo por la noche y que fue disuelta por un dispositivo de más de 5.000 policías- se produjo en "horas no laborales", algunos medios indicaron que también se debió a las duras condiciones de trabajo.

El incidente se produjo dos días después de la salida al mercado del iPhone 5, lo que levantó las sospechas de que el ritmo laboral se intensificara con el objetivo de cumplir la fecha prevista.