Casi doscientas manifestaciones al mes, una media de seis al día, alrededor de 1.750 en lo que va de año convierten a Madrid en una de las capitales europeas, junto con Berlín, en las que la pancarta y el silbato han pasado a formar parte ya del trajín diario de la ciudad.
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© DesconocidoMadrid, con seis protestas diarias, el mayor « manifestódromo » de Europa
Según datos facilitados a Efe por la Delegación del Gobierno en Madrid, desde el 1 de enero y hasta el 1 de octubre se han celebrado en la región 2.180 manifestaciones y concentraciones, es decir, 242 al mes. O lo que es lo mismo, ocho al día.

De ellas, 1.730 tuvieron lugar en la capital, lo que significa una media mensual de 192, y diaria de 6. Cifra última que se dispara en jornadas especialmente "calientes", como el pasado viernes, cuando la ciudad acogió 40 de las 43 protestas que la Delegación autorizó en toda la comunidad.

Precisamente, a tenor de estas cifras y de los incidentes que tuvieron lugar en las convocatorias de 25S bajo el lema "Rodea el Congreso", la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, abrió esta semana un debate sobre el derecho de manifestación al sugerir la posibilidad de "modularlo".

Un derecho recogido en el artículo 21 de la Constitución y regulado en la Ley Orgánica 9/1983 que para partidos como el PSOE, IU o UPyD, y para algunos sindicatos policiales, está ya perfectamente regulado, aunque el PP es partidario de abrir un debate y ve caminos a explorar para evitar los abusos en ese derecho.

El gobierno, por su parte, ya ha dejado claro que no se plantea modificar la ley y que el Código Penal ya prevé endurecer las sanciones contra los que muestren actitudes violentas en esas protestas.

No sólo eso. El artículo 494 del Código Penal establece una pena de prisión de seis meses a un año para aquellos que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso, el Senado o un parlamento autonómico cuando estén reunidos y se altere su normal funcionamiento.

En otros países de nuestro entorno también se limita el derecho en ese tipo de espacios. Así, en Alemania la ley federal establece una zona de seguridad y exclusión que restringe el derecho de reunión en torno a los organismos constitucionales.

Todas las legislaciones europeas recogen la manifestación como un derecho fundamental. "Todos los alemanes -dice el artículo 8 de la Ley Fundamental de ese país- tienen el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, sin notificación ni permiso previos". Y todas prevén la posibilidad de prohibir la convocatoria si las autoridades consideran que puede perturbar el orden público o que los motivos invocados son contrarios a la ley.

De todos modos, las prohibiciones son muy raras. Por ejemplo, según ha señalado a Efe un portavoz de la Prefectura de París, en lo que va de año se han prohibido en la capital gala menos de diez manifestaciones, la última de ellas el pasado 29 de septiembre cuando un movimiento de extrema derecha intentó protestar contra "la inmigración, la finanza y los medios".

Pocos días antes, la Prefectura prohibió una protesta ante la Gran Mezquita de París solicitada por un solo individuo contra la película "La inocencia de los musulmanes".

La crisis ha disparado el número de convocatorias en toda Europa. De hecho, el motivo que esgrime la mayor parte de los organizadores a la hora de solicitar permiso es la oposición a los recortes sociales y laborales.

Berlín es una de las ciudades europeas en las que se desarrolla un mayor número de movilizaciones. Según los datos estadísticos de su Policía recabados por Efe, el pasado año se convocaron un total de 4.174, de las que 574 fueron marchas de protesta y 3.600 concentraciones.

Roma, según fuentes de su Ayuntamiento, acoge una media de una protesta diaria, que casi siempre parte de plazas tan emblemáticas como la de los Santos Apóstoles, Navona o del Popolo.

Además, desde hace años, la ciudad sufre huelgas en el sector del transporte, a una media de una al mes, que paralizan la ciudad.

Grecia es uno de los países de la UE que más está padeciendo la crisis económica. Aún así, su capital, Atenas, es escenario de la mitad de manifestaciones que se convocan en Madrid, con una media de tres diarias, organizadas en su inmensa mayoría contra la política de austeridad exigida por la troika.

Antes de la crisis, las protestas no eran frecuentes en Portugal. Sin embargo, en los últimos tres años ya se ha celebrado una decena de ellas con una participación superior a las 100.000 personas.

¿Y en las grandes ciudades españolas?. La media también es inferior a Madrid. En Barcelona han tenido lugar este año, hasta el 5 de octubre, 851, con una media de tres al día.

Valencia ha acogido en los nueve primeros meses del año un total de 1.287, lo que supone un incremento del 89,8 por ciento respecto al mismo periodo de 2011, y una media de 4,7 diarias.
En ese mismo periodo, las calles de Sevilla han sido escenario de 670 movilizaciones, es decir, de 2,5 diarias.