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Los indígenas de Paraguay sufren alarmantes condiciones de vida ante la apropiación de sus tierras y la falta de acceso a servicios esenciales, mientras el Gobierno nada hace para ayudarlos, dijo su principal organización.

El calificativo de alarmante parece correcto al conocerse que el 87,8 por ciento de esa población autóctona no tiene acceso a los servicios médicos, más del 80 carece de agua potable y apenas 185 de 412 comunidades tienen aseguramiento legal.

Este último punto favorece los continuos atropellos mediante los cuales intereses privados y especialmente latifundistas se apropian de sus tierras y los reclamos indígenas son ignorados por la justicia y las autoridades gubernamentales.

La Organización de los Pueblos Indígenas de Paraguay afirmó que grupos oligárquicos opresores como determinados ganaderos, agroexportadores de soja, empresarios, políticos y multinacionales son responsables de su gravísima situación.

La denuncia indígena se realizó en medio de una marcha de protesta realizada por el centro de esta ciudad, durante la que no faltaron las consignas contra el Gobierno de Federico Franco, al que acusaron de golpista.

Ellos señalaron que mediante el progreso del monocultivo, el agronegocio y la expansión industrial de la ganadería en el extenso territorio del Chaco hace que las comunidades indígenas y campesinas sean obligadas a migrar hacia centros urbanos.

De acuerdo con los últimos datos publicados, la población indígena en Paraguay es de 108 mil 308 personas distribuidas en 19 pueblos que son parte de cinco familias lingüísticas diferentes.