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© Mairuska Parra
Venezuela. Sentados en el piso de la cancha, con sus libros abiertos y la mirada atenta hacia el profesor, ven clases los 1.268 estudiantes inscritos en la escuela técnica asistencial Alonso de Ojeda, ubicada en la avenida 80A de la urbanización La Victoria, parroquia Carracciolo Parra Pérez, de Maracaibo.

La falta de aulas, pupitres y espacios dignos para aprender son la causa de este problema que fue denunciado, por representantes, profesores y alumnos durante una asamblea a la que también asistió, Jaime Robinson, jefe del municipio escolar Maracaibo 6 de la Zona Educativa Zulia (ZE).

"Los estudiantes escuchan clases en el piso de los pasillos, en la cancha y se turnan los espacios en las únicas cuatro aulas que funcionan. Tenemos un año en rehabilitación de la infraestructura y la obra quedó sin terminar. Queremos llegar a un convenio con los entes involucrados", explicó María Araujo, directora del 'Alonso de Ojeda', institución fundada hace 41 años.
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También informó que manejan un déficit de 1.200 pupitres para un total de 1.268 estudiantes. "Tenemos menos de 100 pupitres disponibles. Ya la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (Fede) tiene conocimiento de la obra, pues es el ente responsable de la construcción", destacó.

Al ser consultada la jefa de la ZE, Niní Bracho, sobre esta denuncia aseguró: "Los estamos atendiendo y es falso que el liceo esté en esas condiciones. El coordinador de Fede me informó que la obra está totalmente terminada y que solo le faltan algunos detalles", comentó Bracho.

Sin embargo, los docentes de la institución no están de acuerdo con esta declaración e informaron que hoy invitarán se acercarán hasta la ZE para invitar a Bracho a visitar el liceo.

Elvis Rángel, estudiante de sexto año, indicó que hace un año no ve clases de forma contínua. "Ahora vemos el horario mosaico, es decir, un día cada semana vemos clase desde las 6:50 de la mañana hasta las 12:30 del mediodía pero solo un día de cada semana", dijo.
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La coordinadora de pasantías del plantel, Digna Arena, manifestó: "Hace un año llegó este proyecto de rehabilitación del plantel aprobado por el Ministerio de Educación y comenzó una guerra entre las contratistas y resulta que ninguna culminó la obra. Prometieron la remodelación de espacios y entregarnos el liceo en abril pasado, pero los trabajos se paralizaron a principios de este año y dejaron todo hecho un desastre".

Además de estos problemas se suma la inseguridad en las adyacencias del liceo. Así lo denunciaron otros los alumnos. "Muchachos vestidos de estudiantes nos han asaltado. Los motorizados nos persiguen cuando salimos de clase. Estas calles son muy solas y peligrosas", expresó Paola Bauta, estudiante.

La comunidad estudiantil aclaró que no van a paralizar las actividades como señal de descontento. Solo exigen tener un espacio digno para aprender en la comodidad de un salón de clases.