La manifestación por el Día de la República, prohibida por el Gobierno, contó con la participación de miles de personas.

"¡Turquía es laica y seguirá siendo laica!", fueron las palabras coreadas por los participantes de la manifestación en Ankara, la capital del país, dedicada al Día de la República.

La Policía turca utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a las decenas de miles de manifestantes que, pese a la prohibición de las autoridades, se concentraron en la capital para conmemorar el 89 º aniversario de la República. La prohibición fue justificada por razones de seguridad y temor a posibles provocaciones.

La acción fue convocada por la principal fuerza de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo, el Partido de los Trabajadores y unas 40 organizaciones no gubernamentales. Las autoridades de la ciudad desplegaron en las calles a unos 3.500 policías temiendo que "algunos grupos pudieran tratar de incitar a la anarquía en el país".

Sin embargo, varios observadores y miembros de la oposición turca creen que detrás de esta prohibición está el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, criticado por su política de islamización del país, laico según su Constitución.