Los comicios anticipados podrían dar luz verde a la convocatoria de un referéndum que decida sobre la conformación de un nuevo Estado
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© Lluis Gene/AFP/Getty Images
La comunidad autónoma de Cataluña culmina la campaña electoral y enfrentará este domingo, 25 de noviembre, el mayor desafío separatista de su reciente historia: elegirá su Parlamento en un contexto político y económico muy tenso con el Gobierno de España.

Las masivas protestas por la soberanía de la comunidad autónoma y la negativa del Gobierno central a concederle una especie de soberanía fiscal precipitó la convocatoria a comicios anticipados, en los que el presidente autonómico, Artur Mas, busca obtener una mayoría absoluta con la que podría llevar a Cataluña a convertirse en un 'Estado soberano' dentro de Europa.

Los residentes de una de las regiones, otrora, más ricas de España no están satisfechos con las políticas del Gobierno central y menos con las drásticas medidas recientemente adoptadas para reducir la deuda nacional. En caso de salir ganador, Mas promete organizar un referendo sobre la autodeterminación de Cataluña, decisión que -según los independentistas- impactaría positivamente en la economía.

No obstante, algunos expertos advierten que la independencia provocaría una "crisis extraordinaria" y mayor empobrecimiento. El economista Mikel Buesa destacó, por ejemplo, que Cataluña pasaría "de ser una región más rica que la media española a una nación más pobre", con una economía similar a la de Chipre.

Por otra parte, Mas confía que una Cataluña independiente será admitida prontamente en la UE, algo que algunos ven como exceso de optimismo. Según estipula el tratado de la UE, cualquiera de los 27 Estados miembros puede vetar la incorporación de un candidato, es decir que España podría frustrar su admisión. Bruselas ya argumentó que "un nuevo Estado creado como resultado de un proceso de independencia se convertiría en un 'tercer país' con respecto a la UE".

Asimismo, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en repetidas ocasiones dijo que la independencia de Cataluña es imposible ya que eso contradice a la Constitución del país. No obstante, subrayó que "juntos" pueden hacer "las cosas mejor y "hacer mucho más". Rajoy apostó una vez más por "hablar, dialogar, escuchar y fijar objetivos comunes" porque, según dijo, es "lo que quiere la mayoría".