protestas en Irlanda
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Alrededor de 20.000 personas se volcaron a las calles de Dublín para protestar contra la política de austeridad del Gobierno irlandés. El mensaje buscado fue advertir que, después de varios años de duros ajustes, "la ciudadanía está harta y lista para pelear", de acuerdo a las consignas de la marcha.

"Estamos aquí porque el Gobierno quiere rebajar las pensiones y eliminar beneficios, como la gratuidad del transporte, y no nos lo podemos permitir. Queremos que se recorte a los que más tienen y que se deje en paz a los más vulnerables. Si quieren pelea, la tendrán", aseguró una manifestante.

Los irlandeses son poco dados a "salir a la calle", pero muy activos en pequeñas campañas para protestar sobre asuntos muy concretos, según explicaron desde la "Campaña Contra los Impuestos de la Vivienda y el Agua", uno de los grupos organizadores de la marcha de hoy. No obstante, esta manifestación podría servir "para canalizar toda la rabia acumulada" y "enviar un claro mensaje" al Gobierno de coalición entre conservadores y laboristas, que presentará el próximo 5 de diciembre el presupuesto general 2013 que traerán "más recortes y medidas de ajuste", aseguraron desde el ente.

Aunque la presencia policial fue numerosa, la manifestación transcurrió pacíficamente por el centro de la ciudad, hasta acabar frente a la Oficina General de Correos, uno de los edificios más emblemáticos de la revolución irlandesa de 1916 contra la ocupación británica.

Allí se recalcó que la sociedad irlandesa ha dado un primer paso para "obligar al Gobierno a revertir su política de austeridad", la cual se calificó de "fracaso económico" y "catástrofe social".

Desde que el país solicitó en noviembre de 2010 a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional un rescate cuantificado en 85.000 millones de euros, su ciudadanía ha confiado, en mayor o menor grado, en el rumbo marcado en este programa de ayuda al Gobierno. En efecto, las inspecciones internacionales han certificado cada trimestre los progresos de Irlanda para alcanzar todos los objetivos fijados en el rescate, lo que ha convertido a este país en un ejemplo para los socios comunitarios que, como Alemania, aseguran que las políticas de austeridad funcionan.

Según los organizadores de la protesta, es "imposible salir de la recesión a base de austeridad", porque "con cada recorte del gasto público y con cada euro que quitamos del bolsillo del trabajador estamos cavando nuestra propia tumba". "Ni nosotros ni la economía pueden permitirse otro presupuesto general austero", insistió un sindicalista en referencia a unas cuentas para 2013 con las que el Estado prevé ahorrar 3.500 millones de euros a través de un recorte del gasto público de 2.250 millones y de la introducción de medidas fiscales con las que espera ingresar 1.250 millones de euros.

En opinión de los activistas, el Gobierno debería centrar sus esfuerzos en "invertir dinero en proyectos de creación de empleo, en ayudar al pequeño empresario y subir los impuestos a los más ricos".