Imagen
© Desconocido
Las cárceles estadounidenses explotan a sus prisioneros y se hacen millonarios a su costa.

En tiempos de crisis, cuando los ciudadanos estadounidenses tienen mucha dificultad para encontrar trabajo, los funcionarios de las prisiones utilizan a los reos como mano de obra barata.

Como en Estados Unidos los presos están obligados a trabajar, para el Gobierno o para el sector privado, las autoridades penitenciarias se aprovechan de esta situación para ganar decenas de millones de dólares.

Las prisiones privadas hacen campañas publicitarias para atraer a las empresas y compañías del sector privado, a fin de ofrecerles sus prisioneros como trabajadores de bajo costo.

En los últimos años se ha incrementado las cooperaciones entre el sector privado y la red carcelaria.

Las grandes compañías estadounidenses, como Boenig, Microsoft, Starbox, entre otras, explotan a los presos de manara directa o indirecta bajo el contrato que hacen con las cárceles.

Gran parte del sueldo que se debe pagarse a estos prisioneros se les quita bajo la excusa de gastos del mantenimiento de las cárceles.

Estados Unidos tiene aproximadamente el 5 por ciento de la población del mundo. Pero muy pocos saben que sus prisiones mantienen en encierro a más del 25 por ciento de toda la gente encarcelada en el mundo.