enfermos mentales muertos
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La Policía estadounidense ha matado a 64 enfermos mentales a lo largo del año 2012 y ninguno de los oficiales responsables de los mencionados sucesos fueron reconocidos culpables de los mismos penalmente.

Según un informe publicado el viernes por el diario británico 'The Independent', el mal funcionamiento del sistema sanitario estadounidense ha afectado a un gran número de pacientes, los cuales al vérselas con agentes del orden, que carecen de la formación necesaria para tratarlos, son claramente discriminados.

El informe también revela que unas 16 de las 64 víctimas mortales de la discriminación policial, sufrían de esquizofrenia, eran proclives a la violencia y evitaban tomar medicamentos, mientras que el resto acababa de haber sido dado de alta de los sanatorios donde se encontraba.

De acuerdo con el diario británico, en la última matanza ocurrida en Newtown, en el estado de Connecticut (noreste de EE.UU.), el autor de la misma, Adam Lanza, de 20 años, parece ser que padecía algún trastorno mental, un caso muy relevante y actual que pone de relieve las fallas del sistema estadounidense respecto al tratamiento de la salud mental.

Una encuesta realizada en 2011 a 2.400 jefes de policía y alguaciles puso de manifiesto que de los avisos recibidos, el 82 % estaba relacionado con casos de personas con problemas mentales, en los que se le pedía consejo acerca de cómo tratar a este tipo de pacientes, además de destacar que este tipo de llamadas había aumentado considerablemente respecto a años anteriores.

"Están poniendo el dedo en lo que constituye uno de los problemas más grandes del orden público", según anunció el responsable de la sección especial de litigios pro derechos civiles del Departamento de Justicia, Jonathan Smith.

Estados Unidos también cuenta con más de 350.000 enfermos mentales que se encuentran confinados en las prisiones de este país.