Un hombre de 41 años se prendió fuego hoy en Bulgaria para protestar contra la pobreza y la corrupción gubernamental, la sexta persona que decide inmolarse en esta nación ante las difíciles condiciones de vida.

El hecho se registró este miércoles cuando un habitante de la localidad de Sitovo, cercana a la ciudad de Silistra, en el noroeste del país, se roció el cuerpo con gasolina y se prendió fuego en el centro del estadio local.

Aunque la radio nacional BNR no identificó al hombre, dijo que estaba desempleado, tenía un hijo y había sido trasladado a un hospital en la ciudad de Varna, próxima al Mar Negro, a donde llegó en condición crítica.

La policía rechazó confirmar que se trata de una inmolación antes de investigar, pero explicó que en el momento del suceso el hombre estaba sólo en el estadio y unos transeúntes se acercaron y extinguieron el fuego.

Esta forma de inmolación comenzó a reportarse en Bulgaria a partir de las intensas manifestaciones ciudadanas contra los elevados precios de la electricidad y otras necesidades.

Las protestas populares iniciadas a principio de febrero tuvieron su detonante en la subida de esos precios, pero devinieron en demandas como la nacionalización de la distribución energética, la reforma de la Constitución y el establecimiento de un Gobierno de transición.

Seis años después de unirse a la Unión Europea, Bulgaria permanece por detrás de otros miembros, con su sistema de justicia sometido a un control especial y los ciudadanos excluidos de la zona de libre circulación Schengen, ante las preocupaciones del bloque sobre el flujo de inmigrantes.

Con una población de siete millones 300 mil personas, es el país más pobre del bloque comunitario, con salarios que apenas llegan a un promedio de poco más de 350 euros, el mínimo es de 150 euros y las jubilaciones quedan en 75, las más bajas de la zona.

El hecho de este miércoles ocurrió solo dos días después de que un hombre de 59 años se prendiera fuego como forma de protesta en la ciudad occidental de Bobovdol.

La semana pasada el primer ministro interino, Marin Raikov, prometió mejorar los ingresos de los jubilados y de los más pobres mientras mantiene una política fiscal estricta.

Por su parte, analistas estiman que el tamaño de las manifestaciones en Bulgaria podría aumentar a medida que se aproximen las elecciones adelantadas, fijadas para el 12 de mayo y de las cuales, según sondeos, saldrá un Parlamento altamente fragmentado.

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