Dos ancianas han sido decapitadas en Papúa Nueva Guinea después de haber sido sometidas a tres días de torturas por sus vecinos, que las acusaban de practicar brujería, informó hoy la prensa local.

La policía no logró disuadir a la muchedumbre, que iba armada con armas de fuego, cuchillos y hachas. "Estábamos desamparados. No pudimos hacer nada", dijo el jefe de la policía de Bougainville, el inspector Herman Birengka que calificó las muertes de acto "bárbaro y absurdo".