La Policía de Estocolmo va a pedir refuerzos después de que grupos de jóvenes hayan vuelto a incendiar coches y a lanzar piedras contra los agentes por quinta noche consecutiva, según han informado este viernes las autoridades.
disturbios en barrio pobre de Estocolmo
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Alrededor de 30 coches han sido incendiados en los barrios pobres del noroeste y el suroeste de la capital el jueves por la noche y los alborotadores han provocado también importantes daños en propiedades, incluidas escuelas, según la Policía.

Pese a la reputación de igualdad de Suecia, los disturbios han puesto de manifiesto una fractura entre la mayoría rica y una minoría, a menudo jóvenes con raíces inmigrantes, que no pueden encontrar trabajo, carecen de educación y se sienten marginados.

"En términos de extensión, han sido un poco menores y está todo un poco más tranquilo", ha admitido el portavoz de la Policía, Kjell Lindgren, en referencia a los disturbios de la pasada noche. Ocho personas, en su mayoría de unos 20 años, han sido detenidos durante la noche.


Según el portavoz, la Policía planea pedir refuerzos de otras zonas para ayudar a afrontar los disturbios, ante los próximos partidos de fútbol y la boda de la princesa Madeleine, la tercera en la línea sucesoria, el próximo 8 de junio.

Lindgren ha indicado que la Policía necesita estar preparada para mantener una fuerte presencia en las calles de la capital. "Lo haremos durante días, semanas, mientras sea necesario", ha asegurado.

Los disturbios de los últimos días parecen estar motivados por la muerte en Husby, epicentro de los incidentes, de un hombre de 69 años, abatido por la Policía este mes.

Un reciente estudio gubernamental reveló que hasta un tercio de los jóvenes de entre 16 y 29 años de algunas de las zonas más deprimidas de las grandes ciudades del país ni estudian ni trabajan. La brecha entre ricos y pobres en Suecia está creciendo mucho más rápido que en ningún otro país, según la OCDE, pese a que la pobreza absoluta no es corriente.

Nuevos disturbios

Varios barrios de las afueras de Estocolmo volvieron a registrar disturbios la noche de este miércoles por cuarto día consecutivo, con una treintena de coches quemados, rotura de ventanas y enfrentamientos con la policía sueca.

Al menos dos jóvenes de entre 14 y 18 años de edad se mantenían detenidos, de los ocho que la policía arrestó ayer, mientras fue quemado un restaurante en el barrio de Skogts y atacada una comisaria en Rugsued. La violencia se ha extendido a más suburbios de la capital.

En la ciudad sueca de Malmö se produjeron asimismo algunos incidentes y hasta tres automóviles fueron incendiados en un barrio periférico. Se trata de la cuarta noche consecutiva con incidentes de estas características, lo que supone la mayor oleada de disturbios en años en Suecia.

Los disturbios comenzaron el domingo en Husby, al oeste de la capital, donde días antes un inmigrante con problemas psíquicos murió por disparos de la policía en su apartamento, donde se había encerrado con su compañera, y que supuestamente había amenazado con un hacha a los agentes, que aseguraron actuar en defensa propia.

La Policía abrió una investigación del incidente, pero eso no evitó que los disturbios se recrudecieran la noche siguiente y que empezaran a extenderse a otros barrios de la periferia cercanos.

Los medios suecos han recogido estos días testimonios de vecinos de Husby que denuncian cargas policiales contra niños y ancianos e insultos racistas de los agentes como "negros", "ratas" o "monos", lo que ha originado críticas generalizadas y la apertura de otra investigación policial interna.

La asociación Megafon, que trabaja con grupos de jóvenes inmigrantes en la zona, ha vinculado las protestas con el racismo y con la sensación de abandono que se vive en este y en otros barrios, con índices de paro juvenil que rondan el 20 por ciento.

Estos hechos han abierto el debate sobre la forma de abordar el paro juvenil y la inmigración por parte del país nórdico. Tras décadas de modelo sueco caracterizado por un generoso estado del bienestar, Suecia ha reducido el papel del Estado desde la década de 1990, con el mayor crecimiento de la desigualdad en el área de la OCDE de economías desarrolladas.

Aunque el nivel de vida está aún entre los más altos de Europa, los sucesivos gobiernos no han logrado reducir el paro juvenil a largo plazo y la pobreza, que ha afectado con más fuerza a los inmigrantes.

En concreto, según datos de la OCDE, el desempleo entre los nacidos fuera de Suecia está en el 16 por ciento, frente al 6 por ciento para los nacidos en el país.

El tabloide de izquierda "Aftonbladet" ha llegado a afirmar que los disturbios representan un "gigantesco fracaso" de una política gubernamental que ha llevado al aumento de los guetos en los barrios