En rueda de prensa tras recibir en el Palacio de La Moncloa al primer ministro de Austria, Werner Faymann, fue preguntado por las previsiones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) para España este año, de decrecimiento económico en -1.7%.
La cifra es peor que las previsiones del gobierno español, que sitúan el Producto Interno Bruto (PIB) en -1.3%, y en -1.5% lo pronostica la Comisión Europea (CE)."Ya hemos tocado fondo realmente este año habrá crecimiento negativo, pero el año que viene habrá crecimiento positivo", aseveró Rajoy.
Expuso que para su gobierno "la clave es trabajar para superar las previsiones" y crecer más de lo pronosticado tanto por su gobierno como por los organismos internacionales.
Defendió las reformas implementadas por su gobierno para la consolidación fiscal, la reducción del déficit público y las reformas estructurales para tratar de superar la crisis, pero pidió que éstas vayan acompañadas de medidas a nivel europeo.
"Soy de los que piensan que un gobierno no puede perder nunca su espíritu reformista. La sociedad cambia constantemente, los tiempos son distintos, surgen nuevas realidades y el gobierno que se queda atrás le hace un flaco favor a su país", sostuvo.
"El espíritu reformista debería ser la seña de identidad de cualquier gobierno", manifestó.
Expuso que quiere se apruebe en el próximo Consejo Europeo tener supervisor bancario a partir de marzo de 2014, avanzar en directivas de recapitalización de bancos, el mecanismo europeo de restructuración y el fondo de garantía de depósitos.
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