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© AFPEl francés Jean Luc Melenchon (centro), vicepresidente del Partido de Izquierda, encabezó ayer en la ciudad de Perpignan una movilización contra las medidas de austeridad
Los dos días de protestas contra las medidas de austeridad impuestas por la troika (Banco Central Europeo, Unión Europea y Fondo Monetario Internacional) dejaron como saldo 200 manifestantes heridos e intoxicados por el gas pimienta que, de acuerdo con la agencia Reuters, arrojó la policía alemana, la cual también usó bastones en la ciudad de Francfort del Meno, no obstante que la concentración fue convocada con el permiso de los tribunales.

A diferencia de una movilización similar de mediados de 2012, en la que los policías se quitaron los cascos y se unieron a la movilización pacífica, esta vez las fuerzas del orden alemanas decidieron reprimir la protesta, que de acuerdo con diversos medios de comunicación en Europa se desarrolló de manera pacífica. Las imágenes de televisoras europeas dan cuenta de activistas levantados en vilo por elementos de la policía para ser detenidos.

Los organizadores de la movilización criticaron a las autoridades por haber preparado una trampa. Representantes de la oposición exigen ahora consecuencias políticas para el gobierno conservador en el estado de Hesse.

El presidente de la organización juvenil del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Christian Heimpel, demandó la dimisión inmediata del ministro del Interior, Boris Rhein, y condenó a la policía por haber atacado a los manifestantes sin justificación alguna.

El diputado regional del Partido de la Izquierda Ulrich Wilken calificó de desproporcionada la actuación de la policía. Mientras, la presidenta del Partido de la Izquierda, Katja Kipping, exigió aclarar quién ordenó, cuándo y por qué el ataque a los manifestantes. Los socialistas anunciaron que plantearán los acontecimientos en Francfort en la cámara baja del Parlamento.

Ayer, según los organizadores, unas 20 mil personas, 7 mil de acuerdo con datos de la policía, de 40 organizaciones, se manifestaron en las calles de Francfort - única ciudad donde hubo disturbios - para protestar contra las políticas de la troika, el capitalismo financiero y la austeridad que ahoga a los países del sur. Muchos portaban carteles con eslóganes como Haz el amor y no la guerra y FMI: sal de Grecia. El sábado hubo movilizaciones en 80 ciudades.

Pequeños grupos de manifestantes enmascarados lanzaron piedras y bombas de humo a la policía, la cual respondió con fuerza. Varios inconformes y agentes policiacos resultaron heridos.

El viernes, primer día de las protestas, los manifestantes consiguieron paralizar algunas instituciones financieras de Francfort, cortando el acceso a la icónica torre de oficinas del BCE y sede del Deutsche Bank.

La policía generó molestia a los inconformes por detener la marcha antes de que ésta pasara cerca del edificio del BCE después de que algunos manifestantes encendieron petardos. En un comunicado, Blockupy acusó a la policía de querer hacer escalar las tensiones y de bloquear una protesta legítima.