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Más de 10 millones de niños laboran en el mundo como trabajadores domésticos en condiciones peligrosas y en ocasiones iguales a la esclavitud, reveló hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En un informe difundido con motivo del Día mundial contra el trabajo infantil (12 de junio), esa agencia de Naciones Unidas denunció las prácticas abusivas que afectan a millones de menores de edad inmersos en tareas de hogares privados.

Según el estudio, del total señalado, seis millones 500 mil pequeños tienen entre cinco y 15 años de edad y más del 70 por ciento son niñas.

Todos ejecutan funciones como limpiar, planchar, cocinar, jardinería, recolección de agua y cuidado de otros menores y ancianos en casas de terceros o de un empleador y son vulnerables a la violencia física, psicológica y sexual, subraya el documento.

Y además viven expuestos a condiciones abusivas, aislados de sus familias, ocultos a la mirada pública y en estrecha dependencia de sus empleadores y bajo el riesgo de ser explotados sexualmente con fines comerciales.

Por otro lado, la OIT estimó que otros cinco millones de niños con edades superiores al límite legal establecido en sus países para trabajar realizan labores domésticas remuneradas o no.

Frente a esa situación, el informe reclamó una acción concertada y conjunta a nivel nacional e internacional con el objetivo de eliminar el trabajo infantil en el sector doméstico.

Al respecto, llamó a construir un marco jurídico sólido para identificar, prevenir y eliminar esa actividad y a crear condiciones de trabajo decente para los adolescentes cuando tienen la edad legal para laborar.

Datos oficiales de la OIT sitúan en cerca de 215 millones la cantidad de niños trabajadores en el mundo, muchos a tiempo completo y sin asistir a la escuela ni recibir alimentación y cuidados apropiados.

Y más de la mitad de ellos en ambientes peligrosos, bajo varias formas de labores forzosas y en actividades ilícitas como el tráfico de drogas y la prostitución o reclutados para participar en conflictos armados.

Día Mundial

En 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el 12 de junio Día Mundial contra el Trabajo Infantil

La Conferencia de Ámsterdam de 1997 sobre la lucha contra las formas más intolerables del trabajo infantil y la Conferencia Internacional de Oslo sobre el Trabajo Infantil de 1997, señalaron la atención a la urgente necesidad de una acción mundial concertada para poner fin al trabajo infantil, al instar a que se amplíe la recopilación de información, estadísticas e investigación empírica que ayudaría a informar esta acción. Cinco años más tarde, en 2002, la Organización Internacional del Trabajó instauró todos los 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

En el mundo, un gran número de niños están involucrados en trabajo doméstico remunerado o no remunerado en el hogar de un tercero o empleador. Estos niños son particularmente vulnerables a la explotación. El trabajo que realizan a menudo está oculto a los ojos del público, ya que estos niños puede que se encuentren aislados o trabajen muy lejos del hogar familiar. Las historias de abuso de niños involucrados en trabajo doméstico son muy comunes. En el Día mundial contra el trabajo infantil de 2013 se hace un llamamiento en favor de:
  1. La realización de reformas legislativas y la aplicación de políticas que garanticen la eliminación del trabajo infantil en el trabajo doméstico, y el establecimiento de condiciones de trabajo decente, así como la protección adecuada para los jóvenes trabajadores domésticos por encima de la edad mínima legal de admisión al empleo.
  2. La ratificación por los Estados Miembros del Convenio de la OIT núm. 189 sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos y su aplicación junto con los Convenios relativos al trabajo infantil (Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo y el Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil).
  3. La toma de medidas para promover el movimiento mundial contra el trabajo infantil y fortalecer la capacidad de las organizaciones de trabajadoras y trabajadores domésticos para abordar la cuestión del trabajo infantil.