© DesconocidoEl pasado 25 de febrero, el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia al gobierno pastoral de Edimburgo por ese motivo.
El cardenal Keith O'Brien, que renunció como jefe de la Iglesia católica de Escocia tras admitir una conducta sexual inapropiada, dejará su país por varios meses para "rezar y expiar penas", informó ayer el Vaticano.
La breve declaración de la Santa Sede no mencionó el destino de O'Brien, uno de los prelados católicos más destacados de Gran Bretaña, ni detalló por qué dejaba Escocia.
La Iglesia católica espera que el anuncio ponga límites a un incidente que ha intensificado la sensación de crisis en esa institución, que mientras tanto sigue lidiando con distintos escándalos de abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes.
El cardenal renunció el 25 de febrero como arzobispo de St. Andrews y Edimburgo después que en Escocia tres sacerdotes y un ex sacerdote se quejaron sobre incidentes de conducta sexual inapropiada que se remontan a la década de 1980.
Inicialmente, O'Brien rechazó las denuncias publicadas en un periódico británico y dijo que buscaba asesoría legal. Sin embargo, luego se disculpó por la conducta inapropiada.
El Vaticano dijo ayer que su partida había sido decidida "de acuerdo con el Santo Padre", aunque sin llegar a expresar si el papa Francisco había ordenado el viaje de O'Brien.
O'Brien dejaría Escocia por "varios meses con el propósito de una renovación espiritual, rezar y expiar penas", agregó el Vaticano.
El cardenal partiría por las mismas razones por las cuales decidió no participar en el cónclave que eligió al papa Francisco el 13 de marzo, señaló la declaración vaticana, sin entrar en detalles.
En ese entonces, O'Brien dijo que había optado por no participar en el cónclave para evitar atraer la atención de los medios sobre su persona.
Este mes, medios escoceses informaron que los líderes católicos de Escocia habían pedido al Vaticano que tomara medidas contra O'Brien porque su presencia podría causar más escándalos.
Cuando ofreció disculpas por actos de conducta sexual inapropiada con adultos, O'Brien dijo que había "caído por debajo de los estándares esperados para mí como sacerdote, arzobispo y cardenal".
O'Brien también prometió que ya no tomará parte en la vida pública de la Iglesia católica en Escocia.
"Toda decisión con respecto a disposiciones futuras para Su Eminencia será acordada con la Santa Sede", agregó el Vaticano.
El "exilio" temporal de O'Brien, autoimpuesto o no, lo convierte en la figura más prominente de la Iglesia católica en retirarse en "penitencia" desde 2006, cuando el papa Benedicto XVI ordenó al padre Marcial Maciel, fundador de la orden Legionarios de Cristo, retirarse para seguir una vida de "oración y penitencia".
Maciel había respondido durante años a acusaciones de que había abusado de seminaristas y hombres jóvenes, pero Benedicto XVI lo obligó a abandonar la Iglesia cuando una investigación del Vaticano llegó a la conclusión de que las acusaciones eran ciertas.
Maciel murió en 2008 y un año después los Legionarios fueron obligados a admitir que él había tenido una doble vida. Además de abusar de seminaristas, Maciel tuvo hijos con al menos dos mujeres, consumió drogas y malversó donaciones.
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