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«Pediremos cuentas a los asesinos«, «Por Ethem, por la justicia» o «Contra el fascismo» eran algunos de los lemas que corearon los manifestantes durante más de una hora.

Algunos de ellos estaban sentados frente a un cordón de varias decenas de policías que les prohibían el acceso al centro de la emblemática plaza. Un policía fue liberado el lunes bajo control judicial hasta la apertura de su juicio por haber herido mortalmente al manifestante Ethem Sarisulul el 1 de junio en Ankara. Sarisulul, de 26 años, murió dos semanas después. Un vídeo difundido en las redes sociales lo muestra derrumbándose frente a un agente que a continuación huye.

Desde que el 31 de mayo empezaron las manifestaciones contra el Gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan en varias ciudades turcas, cuatro personas murieron -tres manifestantes y un policía- y casi 8.000 resultaron heridas, según el sindicato de médicos turcos.

El sábado por la noche, la policía desalojó por última vez a miles de personas de la Plaza Taksim. Desde entonces, los manifestantes practican otras formas de protesta como los «hombres detenidos», inmóviles y silenciosos, y cada atardecer organizan foros de debate en varios parques y plazas de Estambul. La represión de las protestas provocó numerosas críticas en todo el mundo. Pese a ello, ayer la UE acordó no bloquear la apertura de un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión con Turquía.